Punto de Fuga
Internacional

Las rutas desconocidas del éxodo cubano

El cineasta cubano exiliado, Rolando Díaz, analiza el éxodo cubano y sus nuevas rutas a través de las historias que cuenta en la película 'Adiós, Cuba'

Hace ya 34 años que Rolando Díaz salió de Cuba, pero aún no ha podido decirle adiós. “Es muy difícil porque las raíces son muy fuertes”, cuenta, pero necesitaba escapar de la censura. Del éxodo que él también vivió habla en su última película, ‘Adiós, Cuba’, a través de la historia de una directora de teatro empeñada en montar una obra basándose en diálogos con mujeres y hombres que sufrieron en primera persona esa huida de su propio país.

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Jorge es uno de ellos. Díaz y el fotoperiodista Antonio Sempere, que le ha ayudado a documentar su película, lo conocieron en la ruta de los Balcanes, una de las más desconocidas. Tuvo que salir de Cuba por una represión. Trabajaba como ingeniero eléctrico y no estaba de acuerdo en que el régimen cubano controlara las facturas de la gente. Tras denunciarlo a las altas esferas, recibió amenazas que le obligaron a huir. Tomó un avión de La Habana a Moscú, llegó a los Balcanes y se quedó bloqueado en Serbia dos años. “Cuando yo encontré a Jorge encontré a una persona derrotada, que no quería vivir, de todo lo que había sufrido”, cuenta Sempere. Pasó por encarcelamientos, represión e intentos de salto a Hungría.

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A pesar de la guerra en Ucrania, esa ruta sigue abierta: un corredor que atraviesa Turquía, Grecia, Macedonia y los Balcanes. “Hay mucha gente bloqueada en Bulgaria, Rumanía y Bosnia”, asegura el fotoperiodista. “Es una ruta letal porque es una de las más duras por el invierno”.

Entre esas historias de huida, han encontrado a gente que se lanzó desde un crucero arriesgando su vida, mujeres que cruzaron toda la frontera con México embarazadas de ocho meses o personas que estuvieron detenidas por no tener papeles y no sabían qué iba a ser de su vida. La película indaga en “la emoción por lo que significa tener que abandonar tu país”, explica Díaz. Uno de los primeros testimonios que recogen es el de un chico que salió escondido en las ruedas de un avión. Es la única persona que ha sobrevivido en esa posición durante un vuelo de Iberia de nueve horas.

Para Sempere las historias de las mujeres que conocieron fueron las más impactantes. “Uno de los personajes reales, que llegó embarazada, me ha recordado a alguien muy cercano a mí. Una mujer que entró embarazada a Ceuta y que sufrió mucho para poder salir adelante con su hija”, recuerda. También le emociona recordar las imágenes de las pateras en Canarias, los rescates en el Mediterráneo o los saltos a la valla de Ceuta.

El sufrimiento y el mar embravecido están en las historias que cuentan los cubanos de su huida igual que en las historias de los africanos. También la suerte y el agradecimiento por llegar vivos. “No se puede decir que una persona que viene arriesgando su vida viene porque quiere”, subraya el fotoperiodista.

Con drama, pero sin dejar de lado el humor, ‘Adiós, Cuba’ habla de esperanza. El director celebra que ha tenido una gran recepción por parte del público, también en su proyección en España.