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Sociedad

Carla Mouriño, escritora: "Es terrible pensar que tener una pareja nos define"

La periodista analiza el debate abierto por Vogue sobre si la pareja heterosexual atraviesa una crisis cultural

Carla Mouriño, escritora: "Los grandes titulares no siempre se corresponden con lo que pasa en la calle"

Madrid

Un artículo publicado hace unas semanas por Vogue Reino Unido con el titular '¿Es ahora vergonzoso tener novio?', se convirtió rápidamente en viral y encendió un intenso debate en redes sociales. El texto planteaba si las mujeres jóvenes han dejado de sentirse orgullosas de sus parejas masculinas y si el modelo de pareja heterosexual atraviesa una crisis cultural.

A partir de ese debate, la periodista y escritora Carla Mouriño publicó en Sustrato el artículo 'Vergüenza da querer estar con alguien por estatus', en el que cuestiona el encuadre mediático del fenómeno. Mouriño, que escribe semanalmente una columna sobre amor moderno, reconoce que el titular de Vogue le llamó la atención precisamente por su desconexión con la realidad cotidiana. "Creo que muchos medios hacen grandes titulares que no se corresponden con lo que veo en mi entorno", señala en La Ventana.

Identidad, entorno y pareja

Según Mouriño, el artículo responde a un perfil muy concreto: mujeres que viven en grandes ciudades, se mueven en entornos creativos, dan un gran peso a la identidad individual y gozan de una alta independencia. Sin embargo, sostiene que fuera de esos círculos la presión social sigue intacta. "Te siguen preguntando por el novio, por la boda, están deseando celebrar contigo que tienes pareja", afirma.

La psicóloga experta en terapia de pareja, Silvia Manjavacas, coincide en que conviven discursos aparentemente contradictorios. Por un lado, explica, se reivindica la soltería como algo "cool", mientras que por otro siguen muy presentes ideales románticos tradicionales. Lejos de verlo como una incoherencia, lo define como "una tensión de época": el deseo de amar sin perder la propia identidad. "El reto está en construir relaciones que no exijan renuncias identitarias".

De la circunstancia a la etiqueta

Para Mouriño, uno de los errores recurrentes del debate es convertir una circunstancia en una identidad. Plantear si es vergonzoso estar soltera o tener pareja implica, a su juicio, definir a las personas por su estado sentimental. "Yo soy quien soy independientemente de con quién esté o no esté", subraya, alertando de que ese planteamiento reproduce la idea de que la pareja define a la persona.

La periodista recuerda además que la forma de entender el amor cambia con cada generación. Asume que su relación no tendría nada que ver con la de su abuela y señala el papel de las redes sociales en esta transformación: más opciones, más inmediatez y criterios más exigentes. "Antes te quedabas con los 10 que tenías alrededor; ahora hay muchas más oportunidades de relacionarse", explica.

Soltería, independencia y polarización

Manjavacas apunta que el ideal romántico clásico, antes asociado al éxito vital, ha dado paso al lema "mejor sola que mal acompañada", un cambio que ha generado un fuerte impacto, especialmente entre los hombres. "Es como si hubieran perdido el manual de instrucciones", afirma. En su opinión, no se trata de un rechazo a la pareja, sino de una priorización de una misma, favorecida por una mayor independencia económica y una mayor conciencia personal.

Mouriño observa que las redes sociales tienden a llevar el debate a los extremos, pasando de la figura de la trad wife a la soltera orgullosa. "Se intenta sobre analizar todo, ponerle nombre y etiquetas, mientras que en la calle pasa lo que siempre ha pasado", señala, insistiendo en que muchas mujeres siguen deseando vincularse.

Desde la consulta, Manjavacas percibe un cambio significativo: muchas mujeres ya no viven la soltería como un fracaso, sino como un proceso de fortalecimiento personal. No es una etapa de espera, aclara, sino de preparación para relacionarse desde la conciencia y el respeto.

Repensar el ideal de pareja

Mouriño reconoce que, a partir de los 20, tras acudir a numerosas bodas, se ha cuestionado si ese modelo es realmente el que desea o si responde más a la comodidad que a una elección genuina. "A veces las parejas ni siquiera se gustan tanto", reflexiona.

Para Manjavacas, el panorama actual está marcado por la polarización entre quienes defienden la soltería y quienes siguen creyendo en la pareja como institución central. Sin embargo, concluye, "cada vez más personas entienden que una relación ya no es necesaria para sentirse completas, sino una opción más dentro de un proyecto vital propio".