Elaboran un mapa de la relación de Europa con el alcohol y se dan cuenta de un cambio en España
Los europeos son los mayores consumidores de alcohol del mundo

Una mujer coge una botella de cerveza de un supermercado. / Miljan Lakic

Europa es conocida por su diversidad cultural, y esta diversidad también se refleja en los hábitos de consumo de alcohol. Desde el vino en el Mediterráneo hasta la cerveza en el centro del continente y los licores en el norte y el este, las preferencias de bebida varían significativamente de un país a otro. Este artículo explora cómo y por qué estas preferencias difieren y cómo han evolucionado con el tiempo.
Según datos recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los adultos en la región europea consumen en promedio 9.2 litros de alcohol puro al año, lo que los convierte en los mayores consumidores de alcohol del mundo.
Históricamente, el sur de Europa, que abarca países como Francia, Italia, España y Grecia, ha sido conocido como el "cinturón del vino". El clima cálido, el suelo fértil y las tradiciones centenarias han hecho del vino un elemento esencial en estas regiones. Sin embargo, en los últimos años, el predominio del vino ha comenzado a disminuir, mientras que la cerveza ha ganado popularidad. La globalización, el auge de la cerveza artesanal y las preferencias cambiantes de los consumidores jóvenes están impulsando esta transformación.
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En la Europa del Este, las bebidas alcohólicas fuertes, sobre todo el vodka, han sido la elección favorita. No obstante, en naciones como Rumanía y Serbia, está surgiendo una inclinación hacia la cerveza, que se ve como una opción más suave.
Según la OMS, más de 470 millones de personas en Europa consumen alcohol, y dos de cada tres adultos lo hacen de manera regular. Sin embargo, el consumo excesivo de alcohol representa un grave problema de salud pública.
Se estima que alrededor del 10% de los adultos están en las primeras etapas del alcoholismo, mientras que casi uno de cada 20 sufre de dependencia del alcohol. Las consecuencias son alarmantes: una de cada 11 muertes en Europa está relacionada con el consumo de alcohol, lo que resulta en aproximadamente 800,000 muertes anuales, una cifra que constituye casi un tercio de las muertes relacionadas con el alcohol a nivel mundial.