Roban a un viajero y un gesto de los ladrones le duele más que haber perdido su maleta: "Me sentí un poco ofendido"
Llevaba algunos objetos importantes para él y se sintió un poco mal después del robo

Maleta en una estación de tren / onurdongel

Viajar tiene connotaciones de lo más positivas, de hecho, es uno de los placeres más extendidos en el ser humano, que siempre piensa en poder disfrutar de conocer todos los lugares del mundo que sean posibles, empapándose de todas las bondades que pueda ofrecerle cada uno de ellos. Hay quien vive por y para ello, guardando todo el dinero que puede para hacer una escapada cuando tiene unos cuantos días libres.
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Sin embargo, embarcarse en la visita de otras zonas también tiene una serie de problemáticas intrínsecas. Hay sitios peligrosos si no se tiene el conocimiento adecuado del idioma, las calles por donde moverse o las cultura de los habitantes, por lo que es mejor andarse con ojo o pedir opiniones a gente que sepa más del entorno donde te vas a mover. Los robos están a la orden del día, por desgracia.
Esto es lo que le pasó a Hannu-Pekka Björkman, actor finlandés que contó en una columna para el medio Eeva una experiencia que tuvo fuera de su país hace unos meses. Allí fue víctima de un hurto sin darse apenas cuenta, aunque una vez que pasó todo lo que más le dolió no fue el acto delictivo, sino lo que hicieron los ladrones con las pertenencias que le habían sustraído.
"Aliviado, pero un poco ofendido"
El actor viajó a Francia, Bélgica y Alemania, recorriendo largas distancias en tren. Según escribe, los lugareños ya le habían advertido sobre "la poca fiabilidad de la Deutsche Bahn", empresa ferroviaria alemana, y lo comprobó en su propia piel. Cuenta que allí hay un poco de descontrol con cambios constantes de andenes en cuestión de minutos, por lo que en el último todos tuvieron que correr para acceder al correcto y él hizo lo propio. Por suerte, logró acceder a su tren, pero cuando se acercaban a Leipzig se dio cuenta de algo.
"Me di cuenta de que faltaba mi segunda maleta. Estaba seguro de haber subido al tren con ella en la mano", relatando que en ella llevaba "una máquina CPAP para el tratamiento de la apnea del sueño, la novela 'Crimen y castigo' de Dostoievski y mi pasaporte, todos artículos importantes", hasta el libro, ya que asegura que está inmerso en su adaptación teatral. Aunque le ayudaron a buscarla, la bolsa no apareció, pero no cabía duda de que la llevaba cuando subió al tren, pues la policía revisó las cámaras de seguridad y así lo confirmaron.

'Crimen y castigo', una de las cimas de la literatura universal
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Después de unos días, en los que no pudo dormir bien por la falta del aparato que le ayuda a respirar por la noche, recibió la noticia de que su pasaporte "había sido encontrado en un banco de un restaurante de la estación de Frankfurt, entre 'Crimen y castigo'". Se habían llevado la máquina CPAP, pero no habían querido el resto del contenido, por lo que Björkman asegura que "me sentí aliviado, pero un poco ofendido porque el ladrón no tenía mi pasaporte ni la literatura que estaba leyendo", no le dio valor y no lo quiso.
El actor, por darle una excusa que no le duela tanto, quiere creer que "la barrera del idioma puede haber sido la razón". Explica que pasó unos días en Chemnitz (Alemania) antes de volver a Finlandia y, por suerte, "el pasaporte llegó a la oficina de correos en el último minuto. Estaba empaquetado en una caja con Dostoievski", y aunque recuperó algunos de sus objetos preciados, le quedó el regusto amargo de que aquel que tuvo a bien 'aligerarle' su equipaje, no valoró como se merece la cultura que guardaba en él.