Una experta en finanzas advierte del momento en el que hay que dejar de ayudar económicamente a los hijos
El fenómeno de los hijos adultos que viven en casa se ha vuelto cada vez más común
Familia charlando / JCCM
En los últimos años, el fenómeno de los hijos adultos que viven en casa se ha vuelto cada vez más común. Los desafíos económicos, como los altos costos de la vivienda, han dificultado que muchos jóvenes logren la independencia financiera. Como resultado, más padres se encuentran apoyando a sus hijos adultos hasta bien entrados los veinte e incluso los treinta años. Esta situación plantea una pregunta importante: ¿cuándo deberían los hijos adultos empezar a contribuir económicamente al hogar?
El panorama económico ha cambiado drásticamente en las últimas décadas. El costo de vida ha aumentado significativamente, especialmente en las áreas urbanas, lo que dificulta que los jóvenes puedan pagar el alquiler o una hipoteca. Además, la carga de la deuda estudiantil ha dejado a muchos graduados luchando por llegar a fin de mes. Estas presiones financieras han llevado a un aumento en los hogares multigeneracionales, donde los hijos adultos viven con sus padres para ahorrar dinero y reducir gastos.
La experta en finanzas Lynda Moore en The New Zeland Herald ha hablado sobre cómo tratar este tema entre padres e hijos. Moore afirma que, dado el envejecimiento de la población y la actual crisis del costo de vida, es crucial iniciar una conversación sincera sobre la duración del apoyo financiero a los hijos adultos.
"No tengan miedo de hablar de dinero, porque hay muchas otras personas que tenían los mismos miedos, preocupaciones y ansiedades que nosotros. Pero siempre pensamos que somos los únicos que tenemos esta historia en mente, y en realidad no es así", asegura la experta en finanzas.
Moore sugiere observar el estilo de vida de su hijo adulto y cuánto aporta en la casa. "Por ejemplo, si su hijo adulto paga menos de un tercio del alquiler, pero aún así se va de vacaciones y usted no puede permitirse viajar al exterior, es hora de hablar sobre las contribuciones del hogar", afirma.
Moore señala que, aunque abordar este tema puede ser complicado y emocionalmente desafiante, el silencio prolongado solo perpetúa la dependencia de su hijo.
"Realmente necesita ser... desde el principio, estableciendo las pautas sobre las expectativas, y eso podría ser dentro de dos o tres semanas, o incluso dentro de un mes, pero si se trata de uno, dos o tres años, es muy difícil decir de repente: 'Disculpe, necesitamos que empiece a contribuir', porque uno se queda como conmocionado, como diciendo: '¿Pero por qué? Hasta ahora ha ido perfectamente bien", concluye.
