Una psicóloga de Harvard revela la frase que destruye relaciones

Cuando pensamos en una relación de pareja solemos hacerlo con un halo de alegría, ilusión, pasión y amor, pero detrás de todo ello también hay situaciones con connotaciones menos positivas, normalmente, acaecidas por el paso del tiempo y las vivencias tanto con la personas con la que se comparte la vida como por las pasadas. De esta forma, vemos cómo cada vez los compromisos van cayendo más, según nos marcan los números, más allá de suposiciones.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) arrojó el dato de que en 2023 por primera vez en España el número de solteros superó al de casados después de unos años en los que se preveía que esto pudiera llegar a pasar por el alza en el que venían los registros, una que se sigue manteniendo. Motivos para esto hay muchos y más si nos centramos en casos concretos, porque cada relación es diferente, pero seguramente el contexto en el que vivimos no ayuda.

Entre la sobrexposición a la que estamos sometidos, la falta de estabilidad en todos los sentidos y los comportamientos tóxicos que se están generalizando, entre otras cosas por el contexto que nos dan las nuevas tecnologías, hacen que todo se complique. Es por ello que lo mejor es ir analizando en qué punto se encuentra la pareja haciendo retrospección y fijándonos en todos los detalles, incluso en la forma de discutir o enfrentarse a un conflicto en conjunto, tal y como aseguró la psicóloga y sexóloga Anna Gil Wittke en la sección 'Hablando Claro' de Hoy por Hoy Murcia.

Anna Gil Wittke: cómo saber si estás en una relación tóxica

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Lo que no hay que decir

En este sentido, muchas veces es 'la boca' lo que nos pierde, pero todo viene a raíz de cosas más profundas. El medio Jenny recoge las aseveraciones de Courtney Warren, psicóloga formada en la Universidad de Harvard (Estados Unidos) con más de 20 años de experiencia en temas de pareja. Ella conviene que una mala comunicación alimenta la toxicidad y genera las formas más destructivas de las relaciones.

Explica que la forma de comunicarse más insalvable es la del desprecio, pues conlleva creencias interiorizadas de que la otra persona es inferior a ti, considerándola inútil o digna de burla y ridículo. Porque dentro de una relación también se puede sentir un tipo de desprecio que degenerará en encontrarse con derecho a humillarla, avergonzarla o lastimarla por el simple hecho de exponerse como alguien superior y de nula réplica.

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Y dentro de estos comportamientos, Warren señala una serie de expresiones que son hirientes y dejan más de manifiesto el desprecio hacia el otro de quien las pronuncia. Entre todas las que enumera, la que en su experiencia ha conseguido destruir más parejas es la de "ojalá nunca te hubiera conocido", a la cual pone en la pole de un listado que tiene demasiadas y, por desgracia, bastante escuchadas:

• "Arruinaste mi vida"
• "Eres una carga"
• "No me importa lo que pienses o cómo te sientas"
• "Eres patético"
• "No vales mi tiempo"
• "Me debes una" "Te aguanté durante años."
• "Si no tuviéramos hijos, ya te habría dejado"
• "Me das asco"
• "Nadie más te querría"