Despiden a un padre por quedarse en casa cuidando de sus hijos enfermos y el tribunal se pone las botas
Los hechos ocurrieron durante la pandemia

Las ayudas llegarán hasta los 10 años / Image taken by Mayte Torres

En 2021, surgió un caso preocupante en el que un padre de familia perdió su empleo tras quedarse en casa para cuidar a sus hijos. Este incidente ha generado debate y preocupación sobre cómo los empleadores manejan las responsabilidades familiares y los derechos de sus empleados.
El caso gira en torno a un padre finlandés que decidió quedarse en casa para cuidar a sus hijos, quienes estaban en cuarentena por COVID-19. Sin embargo, su empleador no aceptó esta decisión y el padre fue despedido mediante la rescisión de su contrato de trabajo.
El padre informó a su jefe sobre la orden de cuarentena tan pronto como la recibió, a pesar de ser fin de semana. El empresario le comunicó que debía presentarse en el trabajo el lunes a las 7 de la mañana. En la obra estaba a punto de comenzar un proyecto urgente, que requería la contratación de un contratista externo. Sin embargo, de manera inesperada, el hombre tuvo que quedarse en casa.
Un lunes a las 8:38 de la mañana, el padre recibió un mensaje en su teléfono: su empleador le notificaba la rescisión de su contrato de trabajo. El mensaje llegó apenas dos días antes de que finalizara su período de prueba. El padre decidió llevar el caso a los tribunales, argumentando que la terminación de su relación laboral fue ilegal.
El jefe rechazó la reclamación, argumentando que la cuarentena por coronavirus y el cuidado de los niños no estaban relacionados con la terminación del contrato laboral. Según el empleador, el hombre no cumplía con los requisitos del puesto.
La empresa alegó que la soldadura realizada por el hombre en el otoño de 2021 fue "deficiente" y que el trabajo tuvo que ser corregido posteriormente.
El Tribunal de Apelación desestimó las afirmaciones del jefe de que el padre de familia era responsable de errores de soldadura en un importante proyecto, considerándolas poco creíbles. En general, las alegaciones del empleador carecían de pruebas sólidas, especialmente porque la decisión de rescindir el contrato ya había sido tomada con anterioridad.
Según el Tribunal de Apelación, el contrato del padre fue rescindido debido a que ejerció su derecho a licencia familiar. La terminación del contrato durante el período de prueba se consideró discriminatoria y en violación de la Ley de Contratos de Trabajo.
El tribunal condenó al empleador a pagar una indemnización por despido injustificado, repartida entre el padre y el Fondo de Empleo, por un total de aproximadamente 10.700 euros. Además, la empresa fue condenada a pagar al padre una indemnización de 4.500 euros conforme a la Ley de Igualdad, así como las costas judiciales del hombre, que ascendieron a unos 25.000 euros. Asimismo, el tribunal de distrito ordenó el pago de aproximadamente 2.800 euros al Estado finlandés en concepto de honorarios legales.