Revelan el truco simple pero efectivo de los buenos jardineros para evitar a los molestos pulgones

Los pulgones son una plaga bien conocida por los jardineros, especialmente cuando se trata de rosales. Estos pequeños insectos pueden causar daños considerables al succionar la savia de las plantas, lo que provoca un debilitamiento general y una floración reducida. Afortunadamente, existen gestos simples que muchos jardineros adoptan para prevenir la invasión de estos insectos.

Para evitar una invasión masiva en primavera, es crucial actuar desde ahora. En invierno, los huevos de pulgones permanecen ocultos bajo las cortezas y en los tallos de los rosales. Tan pronto como las temperaturas suben alrededor de 10-12°C, eclosionan y las larvas atacan inmediatamente los brotes tiernos. Los mejores jardineros lo saben bien: es mejor eliminar los pulgones antes de que causen daños. Al atacar a los pulgones ahora, se puede prescindir de insecticidas y utilizar soluciones suaves.

Una de las técnicas más efectivas consiste en aplicar aceite blanco, como el aceite de colza o mineral, en los rosales aún en reposo vegetativo. Este tratamiento asfixia los huevos y las larvas de pulgones antes de su eclosión. Es eficaz siempre que los brotes no estén aún bien desarrollados, pero debe aplicarse en tiempo seco, fuera de heladas.

Otra técnica consiste en podar y limpiar los rosales al final del invierno. Al eliminar las ramas muertas, dañadas o enfermas, así como los tallos demasiado finos o débiles, se limitan los posibles focos de pulgones. También se recomienda limpiar alrededor del pie del rosal y recoger todas las hojas muertas y los desechos de poda, ya que pueden contener huevos o larvas de pulgones. Lo ideal es desherbar y aflojar la tierra alrededor del pie para evitar que los pulgones se escondan allí, y luego añadir una capa de mantillo.

Los jardineros experimentados también saben que es importante desinfectar sus herramientas entre cada rosal para evitar la propagación de enfermedades. Una vez realizados estos gestos, es posible plantar lavanda, ajo o claveles de Indias al pie de los rosales, ya que su olor repele a los pulgones.

Adoptando estas prácticas, los jardineros pueden no solo prevenir la invasión de pulgones, sino también favorecer una floración abundante y saludable de los rosales. Las soluciones naturales y preventivas siempre son preferibles a los tratamientos químicos, que pueden ser menos respetuosos con el medio ambiente y debilitar las plantas.