Un óptico señala estas dos ciudades como las mejores para llevar lentillas de España

Las lentillas son una alternativa popular a las gafas tradicionales, ofreciendo comodidad, libertad de movimiento y un mayor campo visual. Sin embargo, su uso requiere ciertos cuidados y puede verse afectado por diversos factores, incluyendo el clima y la humedad del entorno. Alberto, un óptico-optometrista que divulga en redes sociales como TikTok, ha identificado dos ciudades en España donde llevar lentillas resulta especialmente cómodo debido a sus condiciones ambientales favorables.

Según Alberto, las ciudades de Bilbao y A Coruña son las mejores para llevar lentillas en España. La clave de esta afirmación radica en el porcentaje de humedad ambiental que prevalece en estas zonas. "¿Por qué un vasco o un gallego llevará mucho mejor sus lentillas que un maño o un murciano? ¿Tendrán los ojos más resistentes?", comenta al principio del vídeo.

En su análisis, Alberto explica que la humedad relativa en Bilbao y A Coruña suele estar entre el 70% y el 80%, lo que crea un entorno ideal para el uso de lentillas.

Las lentillas blandas, que son las más comunes, contienen un porcentaje de agua que es crucial para su hidratación y comodidad. Desde el momento en que se sacan del envase y se colocan en el ojo, su hidratación depende directamente de la lágrima del usuario y del entorno en el que se encuentra. En ciudades con alta humedad, las lentillas se mantienen hidratadas por más tiempo, reduciendo la incomodidad y los problemas asociados con la sequedad ocular.

En contraste, ciudades como Zaragoza y Murcia presentan desafíos para los usuarios de lentillas debido a su clima seco y árido. La humedad relativa en estas zonas es significativamente más baja, lo que puede causar que las lentillas se sequen más rápido y resulten incómodas. "En ciudades como Bilbao o A Coruña, se llevarán mucho mejor durante más tiempo y darán menos problemas, mientras que en Zaragoza o Murcia molestarán antes y causarán en general más inconvenientes", afirma.

Alberto señala que en lugares con baja humedad, los usuarios pueden experimentar molestias y una mayor necesidad de utilizar lágrimas artificiales para mantener la hidratación ocular.