Los investigadores desvelan el motivo del "sorprendente" fenómeno natural en aguas del Atlántico

Los sargazos son seres vivos macroscópicos y multicelulares que pertenecen a la familia de las algas pardas, las cuales consiguen flotar en la superficie del agua gracias a los sacos de aire adheridos a sus tallos. Sin embargo, en su propia definición, la tipología de algas pardas no tienen relación real con las plantas comunes, más allá del hecho de que todas son organismos eucariotas y producen su alimento a través de la fotosíntesis.

Pues bien, la presencia de estas ha sido muy común en un lugar que precisamente fue bautizado por ese hecho, el Mar de los Sargazos, ubicado en mitad del Atlántico Norte, entre las Islas Canarias, las Azores, América del Norte y el Caribe. Sin embargo, a partir de 2011 las sargassum comenzaron a desplazarse en gran número hacia la zona tropical, llegando a recorrer hasta 2.000 kilómetros, empezando a multiplicarse masivamente en su nuevo emplazamiento. Es más, según la web Tekniikka & Talous, "ya en el verano de 2015, en el mar Caribe y en los mares del norte de América del Sur, el 100% de la superficie del agua estaba cubierta de sargazo en algunos lugares".

Esta actividad sin precedentes ha llegado a provocar la obstaculización del turismo en el Caribe, y en muchos lugares las playas están obstruidas por ellas, generando millones de dólares de gasto para su limpieza, tal y como apuntaban en un comunicado de prensa recogido por EurekAlert. Con tal fenómeno natural en liza, se puso en marcha una investigación para intentar desentrañar los motivos de tan misterioso cambio de comportamiento, y el equipo liderado por Julien Jouanno, investigador del Instituto de Investigación para el Desarrollo, dice haber dado con las claves de lo sucedido partiendo de la base de las modificaciones inusuales en el clima.

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La conquista del sargazo

En el estudio, publicado en la revista Communications Earth & Environment y titulado 'Un evento extremo de la Oscilación del Atlántico Norte impulsó el punto de inflexión del sargazo pelágico', explican que, a partir de 2010, el llamado Índice del Atlántico Norte fue excepcionalmente negativo, lo que significó una cantidad extrañamente alta de vientos del este en Europa y el Atlántico Norte, lo que ayudó al movimiento de las algas, aunque no es el único condicionante. Las necesidades nutritivas para su desarrollo también tienen mucho que ver.

Los investigadores utilizaron un modelo informático para el análisis temporal de vientos y corrientes oceánicas de varias décadas pasadas con el objetivo de analizarlas y encontrar patrones de comportamiento. La otra razón del éxodo de los sargassum "es la mezcla vertical del agua en el océano abierto, que lleva agua rica en nutrientes desde las capas profundas a la superficie, donde la luz solar puede alcanzarla", apuntan en Tekniikka & Talous en relación al estudio.

Al parecer, la mezcla vertical, o afloramiento de agua, normalmente ocurre cerca de las costas, especialmente donde las corrientes oceánicas fluyen desde latitudes altas hacia el ecuador, por lo que estos fenómenos habrían provocado que haya una función especial para los viajes de las algas, que tenido que ver con la carga de nutrientes necesarias para su desarrollo. Pero eso no es todo, sino que, como afirma otro miembro del equipo de investigación, Frank Muller-Karger, este nuevo descubrimiento es "sorprendente" porque revela un patrón diferente de flujo vertical.