Esta es una de las playas de arena negra más hermosas de Europa: también es la más mortífera
Este país es muy conocido por sus increíbles paisajes

Playa de arena negra es Islandia. / Elisa Vendramin

Islandia es famosa por sus paisajes impresionantes, que abarcan desde majestuosos volcanes hasta vastos glaciares. Sin embargo, una de sus playas más emblemáticas, Reynisfjara, situada en la costa sur cerca del pueblo de Vík, es también una de las más peligrosas. Esta playa atrae a miles de visitantes cada día con su fascinante arena negra, sus imponentes columnas de basalto y sus enormes olas.
A pesar de su belleza, Reynisfjara ha ganado una reputación de ser extremadamente peligrosa. La arena negra de esta playa no es la típica arena de playa; es lava enfriada que ha sido erosionada por el océano a lo largo del tiempo. En 2023, Tripadvisor la nombró la mejor playa de Europa, pero aunque puede parecer un destino de ensueño, también es uno de los lugares costeros más peligrosos del mundo.
El principal peligro radica en las poderosas olas que rompen en la orilla. Entre ellas destacan las "olas furtivas", olas sorprendentemente grandes que llegan mucho más lejos de lo habitual en la playa.
Las corrientes son tan intensas que incluso los nadadores más experimentados tendrían dificultades para regresar a la orilla. Durante el invierno, se han registrado olas que alcanzan alturas de hasta 36 metros, según informó Mirror.
Para agravar el peligro, el fondo marino de Reynisfjara desciende abruptamente justo más allá de la costa, lo que permite a las olas ganar fuerza antes de llegar a tierra firme.
El agua helada puede provocar hipotermia en cuestión de minutos, haciendo que la supervivencia de alguien arrastrado por las olas sea muy improbable.
Otro peligro en la playa es el riesgo de desprendimientos de rocas desde los acantilados. Se aconseja precaución a quienes exploren las cuevas y grutas, ya que se han registrado desprendimientos de rocas en el pasado.
Debido a estos riesgos, las autoridades han instalado un sistema de advertencia con semáforo en la entrada de la playa.
Cuando la luz amarilla está encendida, se recomienda a los visitantes permanecer detrás de las señales de advertencia amarillas. Si la luz roja está encendida, se desaconseja totalmente el acceso a la playa.




