Una madre soltera lleva años pagando la hipoteca de una casa que no existe con unos intereses altísimos
La protagonista de esta historia es una madre italiana de 57 años
Una casa. / R.J. Johnston
La historia de Manuela es un ejemplo conmovedor de las dificultades que muchas familias pueden enfrentar cuando se ven involucradas en proyectos inmobiliarios problemáticos. Manuela N., una madre de 57 años con dos hijos, compró una casa en el proyecto Corte Naviglio de AbitareIn, una empresa actualmente investigada por la Fiscalía de Milán.
En 2022, Manuela decidió invertir en una nueva casa para asegurar un futuro mejor para sus hijos, vendiendo su antiguo apartamento y pagando un anticipo de 160.000 euros. Sin embargo, el proyecto se detuvo debido a problemas legales e investigaciones, dejando a Manuela y a muchas otras familias sin la casa prometida.
Manuela ha seguido pagando la hipoteca de una casa que no existe, enfrentando enormes dificultades económicas y personales. "Llevo años pagando una hipoteca con unos intereses altísimos por una casa que no existe, y nunca existirá", afirma Manuela.
La situación se volvió insostenible cuando la empresa constructora negó la gravedad de los problemas hasta el último momento. "Nosotros, las familias, hemos sido considerados daños colaterales. Pero a muchos de nosotros se nos ha arruinado la vida", asegura Manuela.
Ahora, Manuela espera recuperar parte del dinero adelantado para el verano, pero tendrá que buscar una solución habitacional más pequeña debido al aumento de los precios inmobiliarios en Milán. "Tenemos que abandonar la casa dentro de un año. Pero si no recibo el dinero en el tiempo acordado, nos veremos obligados a alquilar. Con los alquileres milaneses que todos conocemos bien, más de 1.500 euros al mes por una casa con dos habitaciones, una para mí y otra para mis dos hijos", concluye Manuela.