Mete una rebanada de pan con salami en un cuadro, lo cuelga en un museo y los amantes del arte quedan descolocados
Una simple acción que dejó contrariados a todos los visitantes de la galería

Imagen de archivo de pan y salami / Anna Kurzaeva

El sector del arte ha cambiado bastante y podemos encontrar metodologías y técnicas diferentes que han evolucionado a la par que lo ha hecho el mundo, aunque lo que no ha cambiado es cómo en infinidad de ocasiones se ha utilizado esta forma de expresión para plasmar las situaciones que se han ido acaeciendo a nivel político y social. Como muestra de ello podemos observar la última Feria Internacional de Arte Contemporáneo (ARCO), que volvía un año más a Madrid y nos ha dejado varias piezas de este estilo.
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El artista Ramón Mateos presentó una obra que esgrimía el número 7.291, que es la cifra oficial de fallecidos en las residencias de ancianos por los protocolos durante la pandemia del coronavirus en la Comunidad de Madrid, que intenta reflejar las inquietudes de las familias afectadas que llevan mucho tiempo peleando y exigiendo que se depuren responsabilidades por lo ocurrido en aquel momento sin que haya habido consecuencias reales hasta ahora.
Por su parte, Eugenio Merino llevó a cabo una obra que consistía en un lavavajillas repleto de platos que llevaban serigrafiadas las caras de líderes políticos de extrema derecha a nivel mundial, entre ellos, Donald Trump, Giorgia Meloni o Santiago Abascal, a la cual le ha puesto el título de 'Lavado de cara'. Desde ADN Galería comentan que esta es una reflexión de cómo los medios de comunicación y la sociedad blanquea la imagen de estas personas en todo el mundo. Pero a veces los sentidos de las obras no son tan claros, pudiendo cada uno darle el suyo propio.

La extrema derecha en el infierno. El arte reflexiona sobre el blanqueamiento del mal
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Una 'obra' desconcertante
Muchos recordaremos la polémica que suscitó la obra 'Comedian', aquella pieza presentada por el artista conceptual Maurizio Cattelan en la feria Art Basel de Miami que consistía en un plátano pegado a la pared que, además, el pasado mes de noviembre de 2024 fue subastada en la casa Sotheby’s de Nueva York y adquirida por un emprendedor chino de criptomonedas llamado Justin Sun a cambio de 6,2 millones de dólares. Pues bien, en un museo se encontraron algo parecido, pero no llevado a cabo por un experto.
Un chico que gestiona un perfil en redes sociales llamado Fakeshit Studio se dedica a recoger las peticiones de sus más de 12.000 seguidores que le piden que haga "bromas divertidas en museos de arte moderno", como él mismo apunta en sus publicaciones. Así, ante una de esas propuestas, metió una rebanada de pan con una loncha de salami en un cuadro, se coló en una galería y lo colgó en la pared. Las reacciones no se hicieron esperar.
En el vídeo que publicó en TikTok se puede ver cómo muchos de los visitantes se paraban a observar la pieza, algunos visiblemente sorprendidos con ella, pues además era bastante pequeña en comparación con el resto de obras que había expuestas, pero no paso desapercibida. En una simple broma se puso de manifiesto el pensamiento de algunas personas que no terminan de comprender el giro artístico del sector, pero no es de extrañar, porque hasta entre los mismos expertos hay bastantes voces discordantes con sucesos como el de la banana de Cattelan.




