Una eminencia española revela el error que cometen los padres con hijos adolescentes: se percibe como un "interrogatorio"
Apunta cuál es la manera "correcta" para hablar con los hijos
Padre e hijo adolescente / Cavan Images
La interacción entre padres e hijos es una de las cosas que más cuesta cuando estos últimos se convierten en adolescentes. La relación se ha de construir desde los primeros años, ya que es cuando se forma la personalidad, por lo que los expertos apuntan que hay que adoptar posturas adecuadas en cuanto a las acciones con ellos, sin ser demasiado estrictos ni sobreprotectores. De esta forma, se suele elogiar a los denominados 'padres faro'.
Más información
La terapeuta Melanie Hubermann los define como aquellos que "ven la constelación familiar como un puerto. Todo puerto necesita un faro que guíe a los barcos, se mantenga firme sobre sus cimientos e irradie una luz clara", siendo esta "la única manera en que pueden transmitir valores, reglas y límites" de manera correcta. Hay que dar unas dosis de libertad sin dejar de estar vigilantes a las posibles vicisitudes que puedan surgirles en su vida, pero sin irrumpir abruptamente en ella.
Hubermann apunta que una relación positiva es en la que los padres dan espacio y permiten que los niños se desarrollen libremente, a la vez que están alerta para acercarse en el momento idóneo ante problemas graves para poder orientarlos. De esta forma, también se debe hacer con los adolescentes a través de varios métodos. El experto en pedagogía Daniele Novara pone de manifiesto la "técnica del gato" y el "silencio activo" como los mejores para la época de pubertad, donde las personas se alejan de sus lazos parentales.
La "técnica del gato" es una una estrategia educativa que se basa en la observación y la intervención sutil que sugiere a los padres que aprendan a observar a sus hijos adolescentes, sin intervenir de inmediato, dejándolos que experimenten y aprendan de sus propios errores para actuar solo cuando sea necesario. Por su parte, el "silencio activo" propone dar la callada por respuesta como herramienta de comunicación, utilizándose para crear un espacio de reflexión tanto para los padres como para los hijos, evitando disputas y castigos.
Hablar de manera "correcta" con tus hijos
El neuropsicólogo y psicoterapeuta Álvaro Bilbao intenta dar respuestas a cómo funciona el cerebro de un adolescente en la actualidad en su libro 'Prepárate para la vida', y en una entrevista con iODonna intenta arrojar luz al asunto de si hay una manera "correcta" de hablar con tus hijos. El autor dice que "la comunicación funciona si es bidireccional", poniendo como ejemplo que "si yo, como padre, le cuento a alguien algo que me pasó cuando era joven o en el trabajo, es probable que el adolescente también me cuente sobre él/ella", en un proceso psicológico sutil.
"Otra estrategia es caminar de lado a lado", pues dice que "si hablas con un adolescente cara a cara, lo percibe como un interrogatorio", por lo que destaca que es mejor "salir a pasear juntos, quizás con el perro", porque esto "le ayuda a abrirse". Además, hay que intentar desterrar las reacciones viscerales de ira o miedo cuando cuentan algo que no gusta demasiado. "La prioridad no es hacerle sentir incómodo, no hacerle sentir juzgado. Intentaremos ayudarle con hechos más adelante". En este sentido, cuenta que "una frase que suelo utilizar cuando me pillan desprevenido es: 'Lo entiendo'. Esto me ahorra tiempo".
También muestra un ejercicio psicológico llamado "método sin embargo". "El terapeuta inicia la frase: 'Tengo un amigo que me habla groseramente, sin embargo…' y el adolescente la completa como desea (sin embargo podría decirle que pare, sin embargo tengo otros amigos, etc.)". Destaca que es importante que los adolescentes vean una buena reacción por parte de los padres, con ejemplos de frases que podríamos decir, como "no me gusta que tu amigo te trate así" o "no me gusta que hayas estado frente al ordenador toda la tarde".
Juan José Millás analiza ‘Adolescencia’, la serie de moda de Netflix: “Me resistí a verla porque sabía que me iba a hacer daño, y me lo ha hecho”
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Bilbao confirma que es correcto decir con algo de gracia lo que sienten los adultos, siempre con un grado de empatía y fomentando la idea de que no te intentas meter en un terreno que durante la adolescencia es casi impenetrable. "Y si las formas no fueron las más adecuadas, podemos enmendar el error pidiendo disculpas", sentencia el experto por si nada de esto es totalmente efectivo, ya que, en muchos casos, algunos extremos, "la adolescencia es un período en el que se manifiestan graves trastornos".
