Este es el mensaje oculto que te transmite una persona que no deja de mirarte según la psicología

"Antes que lo expresado verbalmente, siempre vamos a creer el lenguaje no verbal, porque es más antiguo", dijo Xavier Guix, licenciado en psicología, en 'Hora 25' de Cadena SER el pasado mes de febrero. El experto, que es autor de 'Ni me explico ni me entiendes', explicó algunos detalles muy interesantes sobre la comunicación humana y los registros que se toman a todos los niveles, como el fisiológico, que interfiere mucho en la información que mostramos.

Sobre la gestualidad de nuestra comentó que "la anatomía de nuestro rostro admite unas siete mil combinaciones visuales distintas de los músculos en la configuración de las emociones", y aunque "es imposible leer todas esas combinaciones", sí que, en general, "tenemos una visión". En esta entrevista con Aimar Bretos también habló sobre la mirada, un aspecto importantísimo en cuanto a la transferencia de información e incluso a la emotividad.

"No todo el mundo tiene la capacidad de sostener una mirada o simplemente se inquieta ante la mirada del otro. Tendría que ser la carta de presentación, mirarte a los ojos, entender lo que me quieres decir, ver el gesto, la búsqueda del alma del otro... Ese no quiero que me veas, existe. Ahora, la causa por la que no quiero que me veas, eso ya es otra cosa", sostuvo Guix. Y es que, como decimos, es un acto que dice bastante de una persona, tanto si te mira mucho como si no.

En Iefemerida trataron el asunto, explicando que la mirada es una herramienta con mucho poder que nos ayuda a crear vínculos entre las personas y a transmitir emociones profundas sin necesidad de utilizar palabras. De esta forma, intentan arrojar luz sobre qué significa para alguien mirar siempre a los ojos, aunque todo ello depende de muchos factores a considerar, que incluyen cosas tan dispares como el contexto cultural y emocional.

Significado y tipos de miradas

En el artículo hacen referencia a lo recogido por el psicólogo clínico Robert A. Lavine en Psychology Today, donde afirmó que el contacto visual directo ocurre solo el 3% de las veces durante una conversación casual, lo que dejaría de manifiesto que cuando alguien la mantiene durante más tiempo de lo habitual estaría diciéndote mucho más de lo que te transmite con las palabras, pudiendo demostrarte confianza, interés o incluso atracción, aunque también podría considerarse en otros casos más extremos como acoso si la intensidad es alta y no va acompañada de gestos de amabilidad o empatía.

Así, dependiendo de cómo sean o se interpreten, se podrían determinar diferentes tipos. Paula Martínez Barral, psicóloga con máster en neurociencia cognitiva de la Universidad de Granada, habló con Infobae sobre ello y explicó algunos de los que ha podido identificar, contextualizar y dar contenido, habiendo determinado al menos cuatro tipos diferentes con sus propias características, que son los siguientes:

• Mirada intensa y prolongada: puede considerarse como un desafío si no se acompaña de otros gestos indicativos de atención o interés, mientras que un periodo moderado suele denotar interés en el interlocutor o sus actos.
• Ojos entrecerrados: una mirada de este tipo suele deberse a un estado a la defensiva, de desconfianza con quien se interactúa o estar a la espera un ataque en algún momento.
• Pupilas dilatadas: es una manifestación fisiológica que suele presentarse cuando algo llama mucho atención o interés, pero además puede ir acompañado por sonrojo, que evidencia emociones como sorpresa o atracción.
• Parpadeo excesivo: esto se suele relacionar con nerviosismo, inquietud o vergüenza, aunque también podría deberse a una atracción patente por la otra persona con la que se interactúa.