Una experta en carreras de la Generación Z revela la clave para sobrevivir a la turbulenta búsqueda de empleo actual
En su búsqueda activa de empleo ha estudiado cómo afrontar esta etapa

Entrevista de trabajo a una joven / rudi_suardi

Cuando damos el salto al mercado laboral se abre un camino que, en muchas ocasiones, puede ser frustrante y desmotivador. Encontrar un empleo puede llegar a ser una auténtica batalla, es cierto que hay personas que llegan a conseguirlo de manera sencilla, pero prácticamente todo el mundo ha experimentado momentos en su vida en los que ha tenido que echar decenas de currículums sin recibir respuesta o siendo rechazados. No hay un método preciso para tener éxito, pero sí que podemos encontrar recomendaciones.
En la actualidad, la búsqueda activa de trabajo tiene que ver mucho con las nuevas tecnologías, postulándose para varios puestos a través de plataformas especializadas que lanzan ofertas, pero como la afluencia de usuarios suele ser grande, la competencia es feroz. De esta forma, los más jóvenes tienen una pequeña ventaja por su perfil digital, destacando los miembros de la Generación Z, aquellas personas nacidas entre 1997 y 2012, aproximadamente, algunas de ellas habiendo creado sus propios métodos de búsqueda.
Jade Walters, una mujer de 25 años, es una de ellas. Una vez salió de la universidad consiguió encadenar un par de empleos casi de manera inmediata en el mundo de la creación de contenido, pero para el tercero quería un enfoque más tradicional y concentró sus esfuerzos en estudiar la mejor manera de conseguir una respuesta de las ofertas que los empleadores ponen en plataformas destinadas al mercado laboral. La pregunta que quería resolverse es la de si es mejor optar a unas pocas oportunidades adaptando su currículum o postularse de manera general a todas las que pudiera.
Postularse con referencias
Walters habló con CNBC Make It para contar su experiencia y tiene bastante claro cuál es el método que más le ha servido tras su análisis de campo a fuerza de prueba-error, asegura que ha tenido más éxito con un enfoque de aplicación intencional, aunque dice que aún encuentra valor en postularse en frío a puestos en los que no tienes una referencia, cosa que los expertos no recomiendan. Y todo comienza para ella con ciertas notificaciones.
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La chica natural de Chicago (Estados Unidos) tiene configuradas alertas de LinkedIn y Google para que le notifiquen cuándo aparece un trabajo relacionado con algunas palabras clave. En el momento que las recibe, se da un periodo de entre 24 y 48 horas para echar la solicitud. Después de optar tanto de forma personalizada y con un solo clic, los resultados son significativos con el grado de contestación. Con los impersonales y en masa rápidos, de unos 12 de intentos no ha tenido respuesta, lo cual considera que "es muy interesante".
Y lo es por la comparación con los intentos a través de la adaptación al puesto. De las entre 15 y 20 solicitudes personalizadas con detalles, referencias y mensajes personalizados, consiguió cinco entrevistas. Y da una clave, que está en enviar la solicitud en las primeras 48 horas en las que se cuelga el anuncio: "Con algunos puestos, especialmente en las empresas más grandes, es como si hoy estuvieras y mañana te fueras". Pero eso no es todo, sino que ha encontrado el momento justo en el que hacer las peticiones.
Personalmente, ha descubierto que es mejor enviar las solicitudes los domingos por la noche, así te aseguras de que aparezcan en la parte superior de la bandeja de entrada del empleador al día siguiente, habiendo recibido respuesta el lunes en algunos casos. Walters también apunta que prefiere buscar trabajo por la mañana, porque está más alerta a lo que pueda salir y tiene energía y concentración para adaptar sus solicitudes de una mejor manera. Y ojo, que las referencias pueden llegar a ser absolutamente claves, pero a veces no las tenemos.
Para tener esta ventaja competitiva, dentro de esas 48 horas que se da, intenta conseguir una recomendación de un empleado. Si no la tiene clara, los busca y se pone en contacto con ellos, dando un tiempo prudencial para obtener respuesta y poder usar la información que le otorgue. Por ejemplo, busca usuarios de LinkedIn que sean empleados de la empresa y estén activos recientemente, les manda un mensaje sobre el puesto, intereses y experiencia, y les pregunta si pueden enviarle un enlace de referencia.

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IA y gestionar el rechazo
Jade asegura que hace uso de herramientas de Inteligencia Artificial como ChatGPT para adaptar su currículum de forma más rápida y poder optar antes a los puestos que quiere, aunque advierte que si no estás atento puedes cometer errores. "Siempre utilizo un enfoque personalizado. A veces reformulo las cosas para expresarlas con mis propias palabras, solo para que no parezca que las escribió un robot. No hay nada de malo en usar IA para tu currículum, pero siempre que puedas, añade ese enfoque humano personalizado a tu solicitud", aconseja.
Y en todo este proceso hay un componente psicológico bastante fuerte, porque cuando entramos en la aventura de buscar un trabajo nos chocamos de frente con sentimientos encontrados. Las expectativas, la ilusión y el miedo al rechazo, así como a sentimientos negativos que pueden surgir si no conseguimos los objetivos que nos hemos marcado desde un primer momento y pueden llevarnos a pensar que no somos lo suficientemente buenos porque no obtenemos respuesta. "Le digo a la gente que buscar trabajo es una excelente terapia contra el rechazo”, afirma Walters.
"Te estás exponiendo, te rechazarán o te ignorarán, pero tienes que seguir adelante hasta encontrar una organización que se alinee con lo que buscas y que se alinee contigo", porque Walters es consciente de que "cuanto más te enfrentas a la negatividad del mercado laboral, más te desanimará, afectará tu confianza y tus entrevistas", pero tiene claro que "cuanto más te esfuerces por ser positivo y tener esperanza, más oportunidades tendrás".




