Un desierto se ha vuelto verde y los científicos no han parado hasta dar con el motivo
Los investigadores han reparado en el cambio experimentado en las últimas décadas
Desierto de Thar / Nora Carol Photography
Normalmente, en las zonas desérticas se experimentan fuertes sequías y temperaturas extremas que hacen difíciles los asentamientos masivos de personas y la producción derivada de las actividades humanas. Sin embargo, esto es de manera general, porque hay ciertos lugares que están cambiando este paradigma. El Thar, conocido como el Gran Desierto Indio, está ubicado en el noroeste de la India y el sureste de Pakistán, con una extensión de unos 200.000 km², según explica la web Descopera.
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Este emplazamiento se está convirtiendo en una zona donde el desarrollo urbano y agrícola está extendiéndose y ya está considerado como el desierto más poblado del mundo, donde viven más de 16 millones de personas. Mientras que pensamos en estos entornos como zonas áridas en las que no podemos encontrar más que ciertos tipos de vegetación específica para zonas secas, la evolución que ha tenido Thar en las últimas décadas ha sorprendido a propios y extraños, como dejan de manifiesto los datos de un estudio.
La investigación publicada en la revista Cell Reports Sustainability bajo el título 'La ecologización del desierto de Thar impulsada por el cambio climático y las intervenciones humanas', analizó imágenes satelitales de 2001 a 2023 y se descubrió que el desierto se volvió un 38% más verde, de manera general. Vimal Mishra, ingeniero civil del Instituto Indio de Tecnología de Gandhinagar y coautor del estudio, comentó que "la mayor disponibilidad de agua y energía ha propiciado la expansión de las zonas agrícolas y urbanas, así como un aumento del rendimiento de los cultivos en la región".
"Ningún otro desierto del mundo ha experimentado simultáneamente un aumento de la urbanización, la agricultura y las precipitaciones en los últimos tiempos", aseguró Mishra. Para comprender las causas de este cambio, el equipo de investigadores analizó datos históricos en cuanto al crecimiento de la población, la infraestructura de riego y los patrones climáticos, llegando a conclusiones muy concretas sobre el presente y futuro de esta región.
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Concluyeron que hubo un aumento de las precipitaciones monzónicas de un 64%, mientras que los métodos de riego mediante la utilización de agua subterránea fuera de la temporada de monzones son las principales causas de este cambio verde, según explicaron en Live Science. De esta forma, los expertos aseguran que la gestión sostenible de los recursos hídricos puede ayudar al desierto de Thar a adaptarse y sustentar su población en constante crecimiento, aunque hay un componente de riesgo para el futuro inmediato.
El aumento de las temperaturas genera cierta incertidumbre sobre los 16 millones de habitantes que se ubican en la zona, además de que la explotación de aguas subterráneas supone un riesgo de agotamiento de recursos. De esta forma, los propios investigadores lanzan la recomendación de adoptar prácticas sostenibles de la gestión del agua, cultivo de plantas resistentes a la sequía, adaptación al calor intenso y uso de fuentes de energía renovables. Además, las previsiones apuntan a un repunte de las precipitaciones en los próximos años, incrementándose el riesgo de inundaciones, lo que lleva a tener que pensar en medidas de seguridad para posibles catástrofes naturales.
En otro estudio sobre esta zona, titulado 'Intensificación agrícola y reverdecimiento del desierto de Thar inducido por la humedad: implicaciones para el equilibrio energético, la socioeconomía y la biodiversidad', explica que a finales del siglo XXI la transformación de áreas desérticas en verdes se intensificará, lo que podría poner en peligro la biodiversidad característica de estos entornos así como los métodos tradicionales de pastoreo nómada. De esta forma, los expertos advierten que se han de impulsar mecanismos de preservación las especies de zonas áridas y los valores culturales de las poblaciones históricas de estos lugares.