Un especialista en trastornos del habla revela a los niños "habladores tardíos" y si hay que preocuparse al respecto
Este es un proceso que preocupa a muchos padres

Un bebé. / Samir Hussein

El desarrollo del lenguaje en los niños es un proceso fascinante y complejo que preocupa a muchos padres. ¿Cuándo exactamente deberían empezar a hablar los niños? Esta pregunta no tiene una respuesta única, ya que el desarrollo varía de un niño a otro. Sin embargo, existen ciertos hitos que pueden servir como orientación.
Desde el vientre materno, el bebé comienza a percibir sonidos. A partir del tercer mes de embarazo, puede distinguir la voz de su madre de otras voces. Después del nacimiento, el bebé experimenta con diferentes sonidos. Esta fase se conoce como "fase de balbuceo" y comienza alrededor de los dos a cuatro meses de edad. El bebé emite sonidos guturales y forma las primeras sílabas como "ba" o "da".
Entre los seis y doce meses, el niño empieza a imitar sonidos de manera intencionada. Intenta repetir palabras simples como "mamá" o "papá". Estas primeras palabras suelen ser difíciles de entender, pero marcan un paso importante en el desarrollo del lenguaje.
A la edad de aproximadamente un año, la mayoría de los niños pueden decir algunas palabras. El vocabulario en esta fase generalmente incluye sustantivos y verbos simples. Alrededor de los 18 meses, muchos niños tienen un vocabulario de unas 50 palabras y comienzan a formar frases de dos palabras.
Entre los dos y tres años, el vocabulario se expande significativamente. Los niños aprenden nuevas palabras diariamente y comienzan a formar frases más complejas. Hacen muchas preguntas y tratan de entender mejor el mundo que les rodea. Esta fase se conoce comúnmente como la "fase del por qué", ya que los niños preguntan constantemente por qué y cómo.
Es importante destacar que el desarrollo del lenguaje puede variar mucho entre los niños. Algunos niños dicen sus primeras palabras a los diez meses, mientras que otros empiezan a hablar a los 14 meses. Estas diferencias son completamente normales y no deben ser motivo de preocupación. Sin embargo, los padres deben estar atentos si su hijo no dice ninguna palabra hasta los dos años o no forma frases simples hasta los tres años. En estos casos, puede ser útil consultar a un pediatra o un logopeda.




