Adoptan a un gatito en el refugio pero una llamada inesperada les obliga a cambiar de planes
La pareja ya era dueña de otro gato
Lo que comenzó como un acto de compasión terminó convirtiéndose en una experiencia transformadora. Una pareja que adoptó un pequeño gatito en un refugio de animales en Los Ángeles recibió, apenas 24 horas después, una llamada que los obligó a replantearse completamente su rutina y sus planes.
Siendo ya dueños de un gato llamado Whist, una pareja finalmente decidió ampliar la familia y ofrecerle un compañero felino al primer gato de la casa.
Conscientes de la importancia de la causa animal y tomando con seriedad esta nueva responsabilidad, decidieron visitar un refugio cercano a su hogar para realizar una buena acción. Durante su visita, donde conocieron a los muchos animales que vivían allí, se enamoraron de Fifi, una tierna gatita de apenas unos meses.
De regreso del refugio de la Sociedad Protectora de Animales del Condado de Lewis en Nueva York, los nuevos dueños de Fifi se conmovieron al presenciar el inicio de una hermosa amistad entre Whist y Fifi. Aunque a primera vista ambos felinos mostraban personalidades muy distintas, parecía existir un interés mutuo que, con el tiempo, probablemente los convertiría en grandes amigos.
No obstante, pocos días después de la adopción, el refugio contactó a los adoptantes para comunicarles una noticia que cambiaría todo: Fifi había llegado al refugio junto a su madre, quien ya había sido adoptada por otra familia. Sin embargo, esa adopción no funcionó y el adorable gatito atigrado fue devuelto al refugio.
Ante esta inesperada, los dueños de Fifi se enfrentaron a un verdadero dilema. Para no tomar una decisión apresurada y encontrar un punto intermedio, optaron por acoger al gatito como familia de acogida temporal, dándole así una oportunidad y pudiendo así experimentar cómo sería la vida con tres gatos. La pequeña madre, llamada Fiona, pudo salir del refugio… ¡y reencontrarse con su hija!
Aunque los primeros instantes de su reencuentro no estuvieron marcados por una gran alegría, las dos felinas pronto demostraron una compatibilidad excepcional, como si el vínculo madre-hija que las unía fuera evidente para ambas. Profundamente conmovidos por esta conexión, los adoptantes entendieron rápidamente que Fiona jamás volvería a abandonar su hogar.
