Tras la suspensión del traslado a Tenerife se teme por el destino de las orcas abandonadas en un zoo marino en ruinas
Wikie y Keijo son los nombres de dichas orcas

Dos orcas. / Jose María Caballero

En el sur de Francia, dos orcas permanecen atrapadas en un parque marino cerrado, rodeadas de tanques en descomposición y sin un futuro claro. Wikie, de 23 años, y su hijo Keijo, de 11, son los últimos ejemplares de orcas en cautiverio en Francia. Desde el cierre de Marineland Antibes en enero de 2025, su destino ha quedado en un limbo legal y logístico que amenaza con convertirse en una tragedia irreversible.
Las imágenes aéreas captadas por la organización activista TideBreakers muestran a las orcas nadando sin rumbo en un entorno que se desmorona. En un tanque adyacente, 12 delfines nariz de botella también permanecen confinados, sin claridad sobre su futuro.
El personal solo realiza visitas mínimas para alimentar a los animales, cumpliendo así con las obligaciones legales de cuidado impuestas a la empresa gestora. Sin embargo, estas interacciones ofrecen escasa estimulación mental, un aspecto esencial para el bienestar de las orcas, especialmente en especies tan sociales como las que viven en manadas estrechamente unidas.
Wikie y Keijo, la última pareja de orcas en cautiverio en Francia, solían actuar ante el público, pero ahora están bajo la tutela legal de Marineland mientras se busca un nuevo hogar adecuado para ellas. Sus responsables han subrayado con urgencia la necesidad de reubicarlas, reconociendo que su salud física y emocional depende de ello.
Marketa Schusterova, cofundadora de Tidebreakers, compartió con el Mirror el duro impacto emocional de haber perdido a la mitad de la manada. En 2023, Moana, el hijo de Wikie, murió de forma repentina a los 12 años. Al año siguiente, Inouk, su otro hijo, sufrió un accidente fatal al ingerir un fragmento metálico que había entrado en su tanque.
"Sabemos, al revisar las imágenes (de Marineland), que el tanque está causando un peligro", reveló Marketa. "Sabemos que no se está limpiando, se está desmoronando. Es un peligro diario para estas orcas".
Marketa mostró una gran alarma ante la situación crítica que enfrentan los animales: "Nos preocupa mucho que la situación sea tan crítica y que la calidad del agua se esté deteriorando hasta el punto de causar problemas de salud a estas ballenas, y que sean sacrificadas antes de tener la oportunidad de ver un santuario", declaró. "Lo cual es trágico porque el macho, Keijo, solo tiene 11 años y la madre, 23. Las orcas en libertad pueden vivir hasta la edad humana; fuera del cautiverio, pueden vivir hasta 70 u 80 años".
Un traslado propuesto al zoológico marino Loro Parque, en Tenerife, fue recientemente cancelado, a pesar de que el recinto ya alberga a cuatro orcas en cautividad, incluida una cría nacida en marzo. La decisión fue tomada tras la evaluación del comité científico responsable de autorizar estos movimientos, que concluyó que el nuevo tanque "no cumpliría con los requisitos mínimos de superficie, volumen y profundidad necesarios para albergar a los ejemplares en condiciones óptimas". Esta valoración puso freno a lo que inicialmente se consideraba una posible solución para el futuro inmediato de las orcas de Marineland.
Marketa considera que la solución más viable y compasiva sería la creación de tanques de retención temporales, diseñados específicamente para satisfacer las necesidades físicas y emocionales de las orcas. Estos espacios servirían como refugios provisionales hasta que pueda establecerse un santuario definitivo, donde los animales puedan vivir el resto de sus vidas en condiciones dignas y lo más cercanas posible a su entorno natural.




