Si escuchas a alguien decir estas frases, es posible que estén revelando un bajo nivel de inteligencia

Es habitual que, cuando están en el colegio, se lleven a cabo test llamados de inteligencia para medir ciertas capacidades de los niños de cara a guiar un poco la enseñanza de cada uno de ellos, por si necesitaran ciertos refuerzos o ampliar los conocimientos que se les aportan por estar algunos de ellos por encima de la media. Normalmente, estos miden el coeficiente intelectual, pero las pruebas para estas citadas mediciones han ido evolucionando.

Desde principios del pasado siglo, e incluso antes, se han ido haciendo este tipo de pruebas, aunque se han ido ampliando porque inicialmente se obviaban ciertos aspectos como la creatividad o las motivaciones, quedándose en cosas muy determinadas o habilidades en ciertos campos, sin tener demasiada amplitud. Así, como explicaba Jorge Romero-Castillo, profesor de Psicobiología e investigador en Neurociencia Cognitiva de la Universidad de Málaga, en un artículo publicado en The Conversation y recogido por Cadena SER, la inteligencia y las altas capacidades no son lo mismo.

Ser inteligente está asociado a habilidades como la velocidad de procesamiento, memoria o fluidez verbal, entre otras, por lo que los test de inteligencia resultan deficientes para detectar todas las capacidades humanas, decía Romero-Castillo. Por su parte, tener altas capacidades quiere decir que se posee un cociente intelectual superior como requisito imprescindible, requiriéndose intrínsecamente también factores como la motivación, la creatividad o la producción de trabajos significativos.

Así funciona un centro de altas capacidades

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De esta manera, podemos ver lo complicado que es determinar cuantitativamente si una persona es o no inteligente o tiene una capacidad por encima de la media, puesto que intervienen muchos factores. Igualmente, se suelen detectar ciertos patrones que pueden ayudar a saber quién es inteligente y quien no, de hecho, en la web lituana TV3 escribieron una serie de frases que suelen decir las personas que no tienen esa virtud de la lucidez mental, es decir, que esas oraciones se relacionan con un grado de inteligencia por debajo de la media.

8 frases de personas poco inteligentes

El medio lituano se hace eco de lo escrito en Blog Herald, donde se asegura que hay frases revisadas cuyo uso frecuente puede plantear preguntas sobre la apertura intelectual de quien las emite y su capacidad de aprender o incluso de querer hacerlo. No significa que por enunciarlas una vez ya estemos ante un hecho demostrado de ello, sino que la repetición constante puede estar relacionado. Así, estate atento si escuchas estas cosas porque te puede dar información extra del emisor:

1. "No leo". Sobre todo en los últimos tiempos, hemos sido testigos de una cantidad ingente de personas que se vanaglorian de no ser lectores, ya no solo habituales, sino de ningún tipo. La lectura está directamente relacionada con el crecimiento intelectual, siendo un medio de adquisición de conocimiento claro. Si alguien manifiesta no leer, podría estar demostrando su distanciamiento intencionado de no querer aprender. En TV3 aseguran que esa frase "básicamente muestra que una persona puede no estar inclinada a aprender cosas nuevas, profundizar su comprensión o ampliar sus horizontes. Una persona que evita la lectura cierra la puerta a otras perspectivas, experiencias y pensamiento crítico, todos ellos componentes importantes de la inteligencia".
2. "No soy bueno en matemáticas". Esta disciplina no solo se basa en trabajar con números, sino que está relacionada directamente con la resolución de problemas, por lo que puede estar denotando una intento de evitar el pensamiento lógico y la toma de decisiones racional. Obviamente, hay quien no siente demasiado amor por las matemáticas desde la más tierna infancia, pero una cosa es el gusto y otra desecharlas por completo y no hacer uso de ellas en ningún momento.
3. "Siempre se ha hecho así". Lo que deja de manifiesto esta frase es la resistencia al cambio y una falta de pensamiento innovador, porque prefiere aferrarse a viejos modelos que obstaculizan el desarrollo y limitan la creatividad. Es un dique directo para las actividades y procesos cognitivos que llevan al progreso personal y, por ende si es generalizado, al colectivo.
4. "No necesito escribir esto". Esto refleja una dependencia excesiva del uso de la memoria, lo que provoca un procesamiento algo más deficiente de la información, ya que la escritura tiene beneficios importantes a nivel cognitivo. Escriben que "la capacidad de registrar y analizar información eficazmente es uno de los signos de flexibilidad intelectual".
5. "No es mi trabajo". Esta actitud se relaciona con personas que suelen renunciar al crecimiento profesional y personal por no querer salirse de su zona de confort, es un pensamiento estrecho que puede reflejar limitaciones para adaptarse a posibles desafíos o nuevos aprendizajes. "Esto indica una falta de motivación para aprender y desarrollar nuevas habilidades".
6. "¿Por qué siempre me pasa esto?". Se enmarca directamente en actitudes victimistas y falta de asumir las responsabilidades propias. Hace que las personas no terminen de intentar resolver de forma activa las vicisitudes que se le presenten y se sumen en un estado emocional negativo en el que aceptan lo malo con la sola acción de lamentarse como respuesta, sin capacidad para la resolución de los problemas.
7. "Esto ya lo sé". Quien considera que ya lo sabe todo se está cerrando al aprendizaje. Es una frase que sugiere que la persona esta impidiéndose adquirir nuevos conocimientos, además, es de por sí una falacia, porque no es posible tener conocimiento amplio de todos los aspectos de la vida. "La curiosidad y el deseo de aprender son los principales impulsores del crecimiento intelectual".
8. "No importa". Esto demuestra una actitud de no asumir responsabilidades, falta de análisis de la información y la evasión de temas más complejos. "Muestra una apatía para aprender, comprender o profundizar en las cosas", citan en TV3, pues es un reflejo de una persona que demuestra falta de responsabilidad con esa actitud de indiferencia, la cual suele surgir de la falta de comprensión o de voluntad para realizar ciertos esfuerzos.