Selecciona tu emisora

Ir a la emisora
PerfilDesconecta
Buscar noticias o podcast

Su mejor amiga le ofrece casi 9.000 euros para aliviar su estrés financiero y el gesto casi acaba con la amistad

Lo que parecía un buen acto casi rompe una relación de mucho tiempo

Ilustración sobre relación rota / Artem Stepanov

Ilustración sobre relación rota

Las relaciones entre personas son necesarias porque los humanos somos seres sociales por naturaleza y nos desarrollamos a través de ellas. La amistad está muy valorada, más aún en los tiempos que corren, pero en ocasiones penden de un hilo cuando el tiempo pasa y la vida de cada uno recorre caminos muy diferentes que hace que se adopten contextos para nada parecidos, haciendo difícil en ocasiones poder poner cosas en común para llevar a cabo.

Más información

El mantenimiento de una amistad va mucho más allá de las buenas intenciones, sino que hay que actuar con resiliencia y teniendo en cuenta la sensibilidad y situaciones del resto de las personas. Algo así le ocurrió a Aashima Rawal, quien escribió en Business Insider el momento que vivió con la oferta que le hizo una amiga, que aunque fue un intento sincero de apoyo, generó que su relación casi se fuera al traste precisamente por el resto de condicionantes que la rodeaban.

Y es que Rawal, quien reside en India, explicaba que estaba pasando dificultades económicas por los modestos ingresos que tenía, con el único sostén del salario de su marido que hacía casi que vivieran al día. Para contextualizar, comentaba que su amiga vivía una realidad diferente, trabajando en el extranjero y ganando mucho dinero, lo cual le permitía hacer escapadas de fin de semana, comidas o compras de ropa y bolsos de marca. "Durante 15 años, habíamos sorteado esta brecha financiera, fingiendo que no existía", comentaba, pero todo cambió con el tiempo.

El estrés por su situación fue cambiando el carácter de Aashima, que se desahogaba con su amiga, pero cuando estas preocupaciones fueron recurrentes, esta le hizo la oferta que casi acaba con todo. "Una tarde, cansada de mi constante desahogo, me ofreció 10.000 dólares 'para arreglarlo' (alrededor de 9.000 euros al cambio), como si una inyección de dinero pudiera sanar mi orgullo herido y calmar mi mente inquieta", decía la autora, que se quedó paralizada y le dijo que era demasiado, pero para su pudiente compañera no lo era. Esto fue un golpe para su ego.

Un problema mucho más profundo

"Su tranquilidad me dolió más que la oferta misma, y ​​una amistad que apreciaba de repente se sintió frágil. Ese dinero podría haberme ayudado con años de preocupaciones financieras, pero en cambio, casi me costó a mi mejor amiga", relataba Rawal, quien se tomó esto casi como una propuesta de caridad y los recuerdos felices que tenían juntas fueron opacados por esa sensación de compasión que estaba teniendo con ella. "Su intención era amable, pero la brecha financiera entre nosotras empezó a parecer insalvable".

Aashima se negó a aceptar y se alejó, no le escribía más y no contestaba a sus llamadas, porque según relata la autora, "mi estrés no era solo por el dinero; se trataba de la dignidad y mi identidad, cosas que ninguna generosidad podía arreglar". Después de semanas sin hablar, los intentos de contactar de su amiga se fueron, por lo que empezó a tener algo de culpa y echaba de menos sus charlas nocturnas, así que se decidió a pedirle que hablaran para arreglar las cosas. "En una llamada inestable, lo solté todo: su oferta parecía un juicio, no un regalo. Ella se quedó atónita", manifestó.

"Admití mi inseguridad: cómo su riqueza me hacía sentir insignificante, cómo había dejado que el resentimiento se enconara en silencio. No fue fácil. Ella se confesó culpable, dándose cuenta de que, sin saberlo, me había empujado hacia lujos que no podía permitirme, sugiriendo viajes, cenas elegantes y compras compulsivas, sin ver nunca cuánto luchaba en silencio bajo la superficie. Lloramos, reímos y maldecimos mientras bebíamos té virtual", explicaba Rawal a la par que reflexionaba sobre que lo que las había vuelto a unir no era un cheque, sino "reconocer el lío tácito que habíamos ignorado durante años".

Con esa conversación borraron de un plumazo una brecha que, sin saberlo, las separaba por un contexto diferente que habían ignorado y que podía hacer sentirse mal a la otra parte, demostrando que hablando las cosas con tranquilidad y honestidad todo se puede arreglar. "Aunque 10.000 dólares podrían haberme ofrecido cierta estabilidad temporal, no valía la pena por lo que casi pierdo. La amistad no se trata de tener la misma cartera; se trata de sobrellevar las dificultades", reflexionaba una Aashima Rawal que, en cierto modo, también tuvo que enterrar su ego por mantener algo más importante, la amistad.

 

Directo

  • Cadena SER

  •  
Últimos programas

Estas escuchando

Hora 14
Crónica 24/7

1x24: Ser o no Ser

23/08/2024 - 01:38:13

Ir al podcast

Noticias en 3′

  •  
Noticias en 3′
Últimos programas

Otros episodios

Cualquier tiempo pasado fue anterior

Tu audio se ha acabado.
Te redirigiremos al directo.

5 "

Compartir