Carrera contrarreloj de la ciencia para estudiar antes de que se extinga el animal que nos salvará la vida

En general, los humanos nos adaptamos a todo tipo de cambios haciendo uso de nuestro conocimiento y el desarrollo de la tecnología a través de él, sin embargo, en busca de nuestro propio bienestar comprometemos el de otras especies y de los entornos naturales donde viven. Muestra de ello es lo ocurrido con el lago Xochimilco, que se ubica a unos 20 kilómetros al sur de Ciudad de México, un lugar que antaño fue un paraíso verde.

Explican en La Repubblica que los nativos mesoamericanos de la zona, los xochimilcas, construyeron islas artificiales para cultivar maíz, frijol, calabaza e infinidad de flores, hasta crear "un extenso sistema de canales repleto de vida silvestre", pero en la actualidad todo se ha venido abajo. La mayoría de esas islas están ahora repletas bares, restaurantes y campos de fútbol, los manantiales han sido desviados para uso urbano y los canales sirven de vía para barcos turísticos.

Todo ello ha comprometido la naturaleza que albergaba en el pasado, llegando incluso a poner en serio riesgo a una especie que solo vive exclusivamente allí. Se trata del ajolote (Ambystoma mexicanum), algo así como una salamandra acuática que "es un animal extraordinariamente resiliente, capaz de sobrevivir incluso en aguas contaminadas", como explica al medio italiano Luis Zambrano, ecólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México, aunque asegura que "ni siquiera su increíble resistencia es suficiente si su hábitat desaparece". Y es que este animal está al borde de la extinción.

El Acuario de Sevilla inaugura una nueva instalación dedicada al ajolote, una especie en peligro crítico de extinción por la degradación de su hábitat

00:00:0008:39

CopiarDescargarCompartirCerrar

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

FacebookTwitterLinkedinWhatsAppCerrar

Los expertos estiman que quedan unos 1.000 ejemplares, pero en 2014 hicieron un censo y solamente pudieron encontrar 36. Esto, además de por la tragedia que supondría su pérdida, es mucho más significativo para la humanidad de lo que podríamos pensar, ya que por sus características está siendo estudiado en más de 50 laboratorios alrededor del mundo, pues los científicos creen que en este anfibio puede residir la esperanza de alargar nuestra vida al residir en él increíbles facultades de regeneración y bloqueo del envejecimiento general.

Capacidades del ajolote

En La Repubblica nos cuentan que el ajolote tiene "increíbles capacidades regenerativas de extremidades, médula, ojos e incluso partes del cerebro", por lo que se intenta buscar en su composición la forma en cómo su cuerpo consigue este hito con la esperanza de encontrar la fórmula para que algún día sea posible regenerar extremidades humanas. Este anfibio tiene siempre un aspecto joven porque "conserva características larvarias incluso cuando es adulto: una aleta dorsal parecida a la de un renacuajo y branquias externas para moverse y respirar en el agua que nunca abandona".

Lo definen como "un eterno niño incluso en su interior". Teniendo una esperanza de vida de unos veinte años, a partir de los cuatro, su reloj epigenético, "el conjunto de modificaciones del ADN que alteran la expresión de los genes y se acumulan con la edad contribuyendo al envejecimiento", se detiene. Así, tiene componentes increíbles que siempre ha ansiado el ser humano y por ello llevan mandándose ejemplares para su estudio desde la década de 1960, cuando algunos fueron trasladados desde México al Jardín Botánico de París. Actualmente, en los laboratorios solamente disponen de híbridos al haberlos tenido que cruzar con salamandras tigre (Ambystoma tigrinum) para su supervivencia.

Ampliar

Cerrar

Ahora, con motivo de preservarlos, se intenta hacer un nuevo censo más exhaustivo con el trabajo conjunto de pescadores locales e investigadores que "están tomando muestras de ADN ambiental para analizar y aumentar la fiabilidad de los resultados", afirmó Zambrano, y aunque los resultados preliminares estarán disponibles "en los próximos meses", asegura que "el recuento final tardará alrededor de un año". Así, gracias al conocimiento de los pescadores conseguirán lanzar las redes en los lugares y momentos adecuados para dar con cualquiera de sus diferentes variantes: de marrón negruzco, blancos con ojos oscuros, albinos blancos rosados ​​y albinos dorados.

En el medio italiano hablaron también con Basilio Rodríguez, uno de esos mencionados pescadores locales, que explica que necesitan respirar cada cinco minutos y suben a la superficie, dejando una onda en ella y, si están cazando, aparecerán unas pequeñas burbujas en línea, pues se dispone a capturar insectos, caracoles, peces pequeños y crustáceos, por lo que tiene la competencia de las carpas y tilapias, que además se comen huevos y crías de ajolotes. Esos ejemplares jóvenes, afirman los expertos, tienen "el poder súperregenerativo" que "les resulta especialmente útil", puesto que "son caníbales, se mordisquean unos a otros y la regeneración de sus partes amputadas es crucial para su supervivencia". Así, el secreto de una esperanza de vida más amplia para los humanos parece estar en el interior de un pequeño anfibio que debe sobrevivir para que también lo hagamos nosotros.