Australia imita a España e investiga durante 4 años el teletrabajo para sacar una conclusión muy clara
Desde que la pandemia nos empujó a ello, esta modalidad de trabajo ha generado debate

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El pasado año, el Observatorio Social de la Fundación La Caixa realizó un estudio titulado 'Teletrabajo después de la pandemia. Análisis desde la perspectiva del trabajador' sobre la conciliación familiar, con el liderazgo de las investigadoras de la Universidad de Barcelona (UB) Marta Curull y Laia Maynou, junto con Lídia Farré, del Instituto de Análisis Económico del CSIC y la Barcelona School of Economics. Llevaron a cabo un cuestionario a una muestra de 4.000 personas de entre 25 y 50 años.
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La principal conclusión a la que llegaron es que los hombres que teletrabajan asumen más tareas del hogar y cuidado de los hijos, pero solo un 30% hace más que su pareja, aunque también llegaron a más ideas interesantes en cuanto al trabajo desde casa. Casi el 90% piensan que esta modalidad a distancia mejora el equilibro entre las responsabilidades familiares y personales, así como valoran la reducción costes y la mejora de su bienestar emocional, sobre todo por el factor de los desplazamientos.
"Si el tiempo que los trabajadores ahorran en desplazarse al trabajo lo dedican a actividades familiares o de ocio, es de esperar que su bienestar emocional aumente", comentaba Lídia Farré. Y es que, después de años observando el teletrabajo que nos vino de manera general de golpe por la pandemia del coronavirus, el debate sobre su idoneidad se ha globalizado. Tanto es así que la Universidad del Sur de Australia también ha llevado a cabo su investigación y ha analizado durante cuatro años los efectos que tiene en el bienestar de los empleados.

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Grandes beneficios del teletrabajo
En la web Indian Defence Review (IDR) se han hecho eco del estudio y exponen que uno de los primeros hallazgos es que los teletrabajadores dormían casi media hora más cada noche en comparación con antes de la pandemia, algo que se atribuye los tiempos de desplazamiento diarios que desaparecen, por lo que esa eliminación de tal fuente de estrés y fatiga contribuye a un mejor sueño y una mayor serenidad. Además, arrojaban el dato de que se ganaban hasta diez días adicionales de tiempo libre al año.
Como apuntaba el análisis español, se produce una reasignación más equilibrado entre el tiempo de trabajo y las responsabilidades familiares, pero eso no es todo, sino que hay una incidencia directa en cuanto a la adopción hábitos alimenticios más saludables. Y sobre las mayores preocupaciones de las empresas en torno al teletrabajo, la productividad y las conexiones entre equipos, explican que nada de ello se ve resentido, o se mantiene o incluso se incrementa al llegar a un mayor bienestar y una mejora de la salud mental.
De igual forma, las conclusiones a las que llegaron los investigadores de la Universidad del Sur de Australia es que el teletrabajo no es una solución universal, pero sí una opción valiosa. Apuntan a que lo principal es que el futuro del trabajo resida en crear modalidades personalizadas, combinando elementos remotos y presenciales para beneficiar tanto a los empleados como a las organizaciones con visión a largo plazo de cara a la construcción de lugares de trabajo más inclusivos y adaptables que respondan a diversos estilos de vida y necesidades.




