Ni vinagre ni lavadora: el truco de los expertos en limpieza para lavar tus zapatillas sin dañarlas

Mantener las zapatillas limpias y en buen estado es una preocupación común, especialmente para quienes las usan a diario o para hacer deporte. Sin embargo, métodos populares como el uso de vinagre, lejía o el lavado en lavadora pueden comprometer la integridad del calzado. Expertos en limpieza y conservación textil advierten sobre los riesgos de estas prácticas y proponen una alternativa sencilla, eficaz y segura.

Aunque meter las zapatillas en la lavadora puede parecer una solución rápida, esta práctica puede resultar perjudicial. El movimiento del tambor, combinado con detergentes agresivos, puede dañar las costuras, deformar la suela e incluso despegar partes del calzado.

Además, la humedad que queda atrapada en el interior tras el lavado puede favorecer la aparición de hongos y malos olores. En zapatillas deportivas, esto puede afectar el rendimiento y la comodidad.

El uso de vinagre, bicarbonato o lejía, aunque común en la limpieza doméstica, también es desaconsejado. Estos productos, por su poder corrosivo, pueden debilitar fibras, causar decoloraciones y deteriorar adhesivos y costuras.

El truco infalible para limpiar tus zapatillas sin usar la lavadora

En lugar de recurrir a la lavadora, existe un método infalible que asegura una limpieza impecable y preserva la calidad de tus zapatillas. Este truco es práctico, económico y extremadamente sencillo de aplicar, convirtiéndolo en la mejor alternativa para que tus zapatillas deportivas luzcan siempre como nuevas. Estos son los pasos que debes seguir para realizar este truco:

• Quitar los cordones y las plantillas: Antes de comenzar, retira los cordones y las plantillas, ya que se pueden limpiar por separado. Los cordones pueden lavarse fácilmente a mano con agua tibia y un detergente suave.
• Prepara la mezcla de limpieza: En un recipiente, combina agua tibia con un poco de jabón suave o detergente para ropa delicada. Usa solo una cantidad mínima de jabón para evitar dañar los materiales.
• Cepille suavemente: Utiliza un cepillo de cerdas suaves o un cepillo de dientes viejo. Sumérgelo en la mezcla y frota el exterior de las zapatillas realizando movimientos circulares, poniendo especial cuidado en las zonas más sucias.
• Trata las manchas difíciles: Si te encuentras con manchas difíciles de quitar, puedes crear una pasta mezclando bicarbonato de sodio con agua. Aplica esta pasta directamente sobre las manchas y frota suavemente con un cepillo para eliminar la suciedad.
• Limpiar las suelas: Usa una herramienta fina, como un palillo, para quitar cualquier resto de suciedad de las suelas. Después, cepilla las suelas con la misma mezcla de jabón para asegurar una limpieza completa.
• Secar al aire: Una vez hayas terminado de limpiar, retira el exceso de jabón con un paño limpio y húmedo. A continuación, coloca toallas de papel en el interior de las zapatillas para absorber la humedad y déjalas secar al aire. Es muy importante evitar el uso de secadoras o radiadores, ya que pueden dañar los materiales.