Mete 16.500 euros en un cajero automático, la máquina se apaga y pierde todo el dinero
Una simple transacción se convirtió en un gran problema
Cajero automático / Westend61
Imagina ir al banco a ingresar tu dinero y que cuando estás haciéndolo, pierdes todo. No es que algún ladrón te haya robado o que seas víctima de una estafa como tal, sino que un simple fallo en la máquina hace que desaparezca todo el dinero que llevabas. En teoría, podríamos pensar que la entidad financiera tiene que paliar el error que no ha sido responsabilidad del cliente, pero quizá te encuentres con un vacío legal que te hace un buen agujero. No es un caso hipotético, sino uno real.
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En la web Body Guru contaban la historia del dueño de una tienda que está acostumbrado a ingresar semanalmente dinero de su negocio a través del cajero automático de su banco, pero una de esas veces esto tan habitual para él se convirtió en un verdadero quebradero de cabeza y, como dicen en el medio, "puso en tela de juicio el funcionamiento de la red bancaria compartida por las principales instituciones financieras del país", en este caso, República Checa.
Ese día, el empresario fue al cajero automático para ingresar 16.500 euros en efectivo, fue a hacerlo en tres tandas: primero 150 billetes de 50 euros, luego otros 100 billetes de la misma cantidad y, finalmente, 200 billetes de 20 euros. Explica el afectado que los primeros depósitos los pudo llevar a cabo sin más incidentes, pero fue en el último grupo cuando se produjo un problema en la máquina que hizo que todo lo que había llevado desapareciera sin dejar rastro, para su sorpresa y hasta de los propios técnicos.
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"El dinero había desaparecido"
La víctima, según Body Guru, explicaba que "el cajero automático empezó a contar los últimos billetes y de repente se apagó. Mi tarjeta salió expulsada y el monitor se quedó en negro", asegurando con pesar que "el dinero había desaparecido". En ese momento había un técnico en la sucursal que estaba realizando labores de mantenimiento y, ante el fallo, intentó reiniciar la máquina, pero al hacerlo no había quedado ningún rastro del depósito que se había hecho. En ningún lado constaba que hubiera hecho ninguna transacción.
Obviamente, el empresario elevó una queja al banco, pero estos "dijeron que no podían hacer nada al respecto". "En nuestro caso, el 40% de los pagos todavía se hacen en efectivo. Deposito dinero todas las semanas, casi sin problemas, pero ahora sé que nunca volveré a confiar en un cajero automático así", aseguró este hombre que se encontró con una situación en la que tardó más de tres semanas en obtener información concreta sobre el paradero del dinero. Y todo después de unas largas negociaciones con el banco.
"El dinero fue encontrado y devuelto al banco correspondiente, que lo reembolsará al cliente", expresaba tiempo después la entidad bancaria, que justifica el fallo a la intervención involuntaria de un visitante que provocó un error técnico, pero puntualizando que se trata de un caso excepcional. "Solo el 0,05% de los depósitos se convierten en causa de litigio. Estos casos requieren un análisis exhaustivo y una consideración minuciosa en colaboración con el banco del cliente", decían los expertos después de un suceso que, por suerte, terminó con la devolución de los 16.500 euros a su dueño.
