Los expertos piden estar atentos ante el comportamiento raro de las mariposas que encontraron su hogar en España
Esta especie de mariposa está teniendo presencia durante los últimos meses en Málaga

Mariposa monarca. / Future Publishing

Expertos en mariposas de Nueva Zelanda advierten sobre un alarmante descenso en los avistamientos de monarcas este invierno, y hacen un llamado urgente a la ciudadanía para que colabore en su protección.
Durante los meses fríos, las mariposas monarca entran en un estado de diapausa —una forma de hibernación— que les permite sobrevivir a las bajas temperaturas. En este periodo, suelen agruparse en grandes enjambres en lo alto de los árboles, donde permanecen colgadas durante seis o siete meses al año.
Sin embargo, Jacqui Knight, fideicomisaria fundadora de Moths and Butterflies of New Zealand Trust (MBNZT), señala que en los últimos años se han registrado cada vez menos agrupaciones de hibernación, y localizar estos sitios se ha vuelto notablemente más difícil.
"Es muy preocupante. La mariposa monarca no es nativa, pero la mayoría de los neozelandeses la conocen y la adoran... si su población disminuye lo suficiente, también afectará a nuestras mariposas, polillas e invertebrados nativos", asegura Jacqui.
Una mariposa presente en España
Entre los muchos animales que están encontrando un nuevo hogar en Málaga —impulsados por el cambio climático o la globalización económica—, el caso de la mariposa monarca destaca como uno de los más sorprendentes. Esta especie, célebre entre los amantes de la naturaleza por su gran tamaño, vivos colores y su legendaria migración desde México hasta el norte de Estados Unidos y el sur de Canadá, está comenzando a echar raíces en el sur de España.
En la capital malagueña, su presencia ya no es anecdótica: se han detectado ejemplares en zonas como Teatinos, donde el jardín botánico de la Universidad alberga una colonia estable, e incluso en el Centro Histórico y sus alrededores. Fuera de la ciudad, el núcleo más importante identificado hasta ahora se encuentra en Benalmádena, aunque también hay registros en Manilva y numerosos puntos a lo largo del litoral malagueño.




