Plántalo esta primavera en tu jardín: crece sin agua, protege del viento y florece en cascada
Es una gran opción por su resistencia y mantenimiento mínimo

Tamarisco (Tamarix) / Gabriel Dominella

Si tienes un jardín pero no tienes demasiado tiempo para cuidarlo como te gustaría, quizá estés buscando ciertas plantas que requieran poco mantenimiento y que luzcan bien. A todas hay que prestarles atención, pero algunas no necesitan que estés echándole el ojo de manera tan habitual, además de servir para muchas más funciones que tener un buen aspecto. Este es el caso del tamarisco.
Más información
En la web Economie News destaca las virtudes de este arbusto mediterráneo que es reconocible por su follaje claro y sus flores rosas, la cual combina estética y practicidad para lugares que quizá son algo complicados y poco atractivos. De nombre técnico Tamarix, pertenece a la familia Tamaricaceae y es originario de las regiones costeras mediterráneas y asiáticas, adaptable a duras condiciones, por lo que es ideal para cualquier zona.
El medio francés apunta que tiene una "excepcional resistencia a la sequía gracias a un sistema radicular profundo", tolerancia a la sal que la hace ideal para jardines costeros y sirve como un "eficaz cortavientos natural". Explican que "el tamarisco extrae el agua de lo más profundo gracias a sus extensas raíces", por lo cual prácticamente no requiere regados adicionales ni durante períodos de sequía prolongada. Todo ello la hace totalmente apetecible.

Semillas y árboles para calles y jardines
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Tipos y formas de plantación
Igualmente, hay varios tipos de esta planta. El tamarisco francés (Tamarix gallica) puede alcanzar de 3 a 5 metros de altura, tiene un follaje ligero y es adecuado para jardines costeros. El tamarisco de verano (Tamarix ramosissima) tiene una floración más tardía, generalmente de julio a septiembre, lo cual es una ventaja para su poda porque florece sobre la madera del mismo año. El tamarisco de cuatro estambres (Tamarix tetrandra) florece más temprano, de abril a mayo, que con su rápido crecimiento hace que sirva como una buena pantalla cortavientos.
Para plantarlo, hay que tener en cuenta que necesita una exposición soleada para favorecer su floración, un suelo bien drenado, incluso pobre o arenoso, y que tenga espacio suficiente debido a su gran altura y lo profundo que se extienden sus raíces. En Economie News apuntan que el período ideal para plantarlo es sobre primavera, evitando los períodos de heladas anteriores, y habría que seguir una serie de recomendaciones que explican paso a paso:
- Cavar un hoyo dos veces más ancho que el cepellón y un poco más profundo.
- Aflojar el fondo y los lados del agujero para facilitar el enraizamiento.
- Mezclar la tierra extraída con un poco de compost si el suelo es muy pobre.
- Colocar la planta asegurándose de que el cuello de la raíz esté al nivel del suelo.
- Rellenar con la mezcla de tierra y presionar ligeramente.
- Formar una cuenca alrededor de la planta para retener el agua de riego.
- Regar abundantemente para favorecer la recuperación.




