Las investigaciones apuntan a los cantos primaverales de pájaros como puerta de entrada a los beneficios de la naturaleza
La ciencia marca todo lo bueno que nos aportan los espacios naturales

Pájaro cantando / DESPITE STRAIGHT LINES (Paul Wil

Está más que demostrado científicamente que la naturaleza y los espacios verdes tienen un efecto beneficioso para la salud mental de los seres humanos. Al conectar con ella, entramos en un estado de serenidad y los niveles de estrés y ansiedad bajan significativamente, experimentándose grandes cambios emocionales que llevan a una mejora generalizada, lo que indirectamente también tiene incidencia a nivel cognitivo.
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En este sentido, el canto de los pájaros se ha estudiado como punto fuerte para descomprimir la presión a la que nos somete el acuciante día a día en el que nos envolvemos. Un artículo de National Geographic puso el foco en esto y recopiló diferentes estudios científicos que constatan que el escucharlos nos dan una serenidad especial, determinando que "la naturaleza es una medicina para el alma". Explican que pasar tiempo en el bosque reduce el estrés, la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
Citan a Cindy Frantz, psicóloga social y ambiental y profesora de psicología en el Oberlin College and Conservatory, quien destacaba que "estamos programados para conectar con las cosas" y que nuestro cerebro, que tiene ciertas partes funcionales para fomentar la conexión con las personas, también nos ayuda a hacerlo con la naturaleza, incluidas las aves. En dicho artículo mencionaron un estudio de 2022 publicado en la revista Scientific Reports, donde se registró la información que dieron casi 1300 personas al interactuar con su entorno.
Tenían que apuntar cómo se sentían tres veces al día durante dos semanas, y se descubrió que cuando se encontraron o escucharon a los pájaros, tuvieron una sensación de bienestar mental mayor, un efecto positivo que duraba horas. Otra investigación en este sentido puso a 295 participantes a escuchar sonidos de la naturaleza y de entornos urbanos, descubriendo que quienes durante seis minutos sintieron el canto de pájaros con auriculares se encontraron menos deprimidos, ansiosos y paranoicos. Además, según la especie o la cantidad de ellas que se escuche, hay diferentes procesos emocionales, algo que los científicos no terminan de comprenden del todo.

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Motivos de estos beneficios
Clinton Francis, profesor asociado que investiga la ecología aviar y evolutiva en el departamento de ciencias biológicas de Cal Poly, destaca que el canto de las aves es una señal de seguridad, algo que tenemos arraigado desde tiempos inmemoriales cuando nos enfrentábamos a los riesgos de la vida en la naturaleza. "Si te das cuenta de que todas las aves han dejado de cantar, es una señal de que podría haber un depredador u otra fuente de peligro cerca. Así que, a lo largo de nuestra historia, el canto de las aves podría haber sido una señal fiable de que el mundo está en silencio y de que podemos estar tranquilos".
Un estudio recogido por PubMed Central pone de manifiesto cómo el contacto con la naturaleza es capaz de reducir la actividad cerebral asociada con el estrés o los pensamientos negativos sobre uno mismo. Cindy Frantz puntualizaba que "sintonizar con las aves también es una forma de atención plena, porque nos conecta con el momento presente". Así, la ciencia nos indica cómo es la mejor manera de estar en comunidad con la naturaleza y reducir los niveles de estrés y ansiedad de nuestra rutina diaria.




