Marcan seguramente la casilla que no debían y ahora una jubilada de 78 años lucha por demostrar que no está muerta

Demostrar que uno no ha fallecido. Parece de lo más absurdo así leído, incluso imposible de que esto pueda llegar a pasar en pleno siglo XXI, pero vaya que si ocurre. Buena cuenta de ello puede dar Denise, una mujer francesa de 78 años que ha estado luchando durante tres meses para convencer a la administración y a los bancos de que no está muerta, una batalla que asegura a Le Parisien que la ha dejado "con la moral por los suelos".

Advierten en el medio francés que todo se puede deber a que un empleado de su banco marcó por error una casilla que no debía, provocándole una serie de consecuencias a esta jubilada que para nada son nimias. Todo comenzó cuando en febrero fue a Société Générale, su entidad bancaria, para abrir una cuenta de ahorros. "Mi esposo falleció hace un año, pero no la habían desvinculado de mi cuenta a pesar de que habíamos completado todos los trámites necesarios, al igual que el notario. Me dijeron que tendrían que congelar mi cuenta mientras se realizaba este trámite, y que solo tardaría unos días", explica.

Pero esos días se convirtieron en semanas y le bloquearon su tarjeta y su cuenta. Su hijo Paul le dijo a Le Parisien que ni podía sacar dinero, por lo que empezaron los problemas con las domiciliaciones bancarias de las suscripciones de internet y teléfono de su madre, por lo que él mismo tuvo que ir pagándolas a distancia "y para hacer la compra, eran sus amigos de al lado quienes tenían que comprarle comida". Al mes siguiente, aseguran, pudo volver a utilizar sus recursos económicos, aunque la pesadilla no paró.

Sin pensión y una pesada burocracia

"A principios de marzo, cuando el fondo de pensiones envió mi pensión, el banco la rechazó alegando que la cuenta estaba congelada tras mi supuesto fallecimiento", comentaba una Denise que se pregunta con desesperación cómo es posible que registraran su fallecimiento sin un certificado de defunción. La Caja Nacional del Seguro de Vejez (CNAV) alegó que "el 13 de marzo nos devolvieron el pago. Existe la sospecha de fallecimiento. El INSEE nos notifica cada noche los fallecimientos ocurridos, y no se menciona a la mujer. Lógicamente, no vamos a escribirle".

Mandaron una carta por correo al registro civil de Pontoise para verificarlo, pero ante la duda, la compañía de seguros de pensiones bloquea los pagos sin hacer ninguna notificación. Finalmente fueron el hijo y la nuera de Denise quienes se encargaron del papeleo y la comunicación con el CNAV. "Primero pidieron un certificado de nacimiento completo, que fui a buscar al ayuntamiento. Finalmente, también pidieron un certificado de vida. Así que volví al ayuntamiento con un documento de identidad y un comprobante de domicilio para que una mujer firmara un documento que declarara que efectivamente me había visto con vida. Lo devolví todo por correo certificado, que el CNAV recibió. ¡Pero nada!", contaba la mujer.

La justificación fue que habían perdido los documentos, así que con un gran hartazgo, la supuestamente fallecida de 78 años escribió una carta de su propio puño y letra, espetándoles que estaba realmente cansada de todo esto y que, una vez que había seguido todo el procedimiento que le habían indicado para arreglar un problema que ella no había generado, el supuesto extravío de los papeles era "la gota que colmó el vaso". Por suerte, según Le Perisien, todo se desbloqueó después de ello y los pagos deberían de ser ingresados en breve, aunque espetan que después de "más de tres meses de caos administrativo para Denise, Société Générale aún no ha respondido a nuestras solicitudes".