Advierten en Grecia e Italia por la situación con los helados más clásicos
Las estafas a turistas preocupan en sus países de origen

Gelatos italianos / Alexander Spatari

La zona mediterránea es un reclamo turístico de alto nivel en la época de verano, sobre todo para los viajeros británicos, que se pirran por un clima más agradecido, ambiente festivo, horas de sol y comidas elaboradas tradicionalmente. Millones de personas acuden a estos lugares durante todo el año, pero es en esta época de verano cuando se intensifican las visitas y, claro, son un gran foco de posibles estafas al no conocer las características de los productos y la idiosincrasia de estos sitios.
Más información
En Express advierten a los británicos que vayan a hacer alguna escapada vacacional que tengan cuidado con uno de los productos más típicos del verano, los helados, sobre todo para aquellos que tengan destino Italia, más concretamente apuntan a Roma como principal foco de los engaños de este delicioso bocado, pues hay vendedores que no están comercializándolo de la manera correcta y, obviamente, buscan enriquecerse con el menor coste posible para ellos.
Para dar contexto, se hacen eco de las explicaciones de la web especializada en gastronomía The Kitchn, donde aseguran que el helado italiano clásico "se bate a un ritmo mucho más lento, incorporando menos aire y dejando el helado más denso que el helado tradicional", pero en muchas calles romanas se van a encontrar que venden este producto como si fuera el típico del lugar siendo en realidad una opción mucho más pobre... y cara.

Gelato italiano / Grant Faint

Gelato italiano / Grant Faint
Estafa helada
El turista cree que se está tomando un gelato original, pero realmente están tomando un helado normal a un precio alto, bajo la etiqueta de clásico. Pero dan con claves para que se pueda detectar el engaño, teniendo que fijarnos en algunos aspectos como los tonos del producto. Los colores del helado clásico italiano suelen ser pálidos, por lo que si estos son brillantes e intensos, es una burda copia que está macerada con colorantes y saborizantes artificiales.
Y esta no es la única advertencia, sino que apuntan a otra estafa que se da, en particular, en Grecia. Esta tiene que ver con los músicos callejeros, que tienen una técnica para conseguir que los viajeros les den dinero aunque no quieran, todo mediante una especie de disputa. Colocan un vaso de plástico con efectivo dentro y, cuando pasan las personas, lo tiran fingiendo un golpe accidental de ellos diciéndoles que les han hecho perder lo recaudado e instándoles a que repongan las cantidades, normalmente asegurando que tenían bastante más de lo que habían guardado.




