Alertan de la propagación de hormigas agresivas por Europa que destruyen casas y colapsan Internet
Dicha hormiga del área mediterránea

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Una especie invasora de hormiga, conocida como Tapinoma magnum está generando creciente preocupación en Alemania. Originaria del área mediterránea, esta hormiga ha comenzado a establecer supercolonias en varias regiones del suroeste del país, causando daños estructurales en viviendas y afectando infraestructuras técnicas como redes eléctricas y de telecomunicaciones.
La Tapinoma magnum fue detectada por primera vez en Alemania hace algunos años, pero su expansión se ha acelerado recientemente. En ciudades como Kehl, en Baden-Wurtemberg, ya se han reportado cortes de electricidad e interrupciones en el servicio de Internet debido a la actividad de estas hormigas, que invaden instalaciones eléctricas y de datos.
Estas hormigas no solo se infiltran en viviendas, sino que también construyen nidos subterráneos extensos, a menudo debajo de aceras, patios o incluso parques infantiles. En Kehl, las autoridades locales han tenido que intervenir con agua caliente para eliminar colonias enteras que se extendían bajo zonas públicas.
La expansión de esta especie no se limita al suroeste. En Darmstadt, estado de Hessen, un experto descubrió recientemente ejemplares de Tapinoma magnum tras recibir avisos de residentes locales. Se trata del primer hallazgo confirmado en esta región, lo que ha encendido las alarmas entre los expertos en biodiversidad y protección ambiental.
Según el Ministerio de Medio Ambiente de Baden-Wurtemberg, una de las principales vías de entrada de estas hormigas es el comercio de plantas ornamentales procedentes del Mediterráneo. Las hormigas viajan inadvertidas en la tierra de macetas o en balas de plantas, lo que ha llevado a las autoridades locales a exigir controles más estrictos en las importaciones de vegetación.
Los científicos advierten que esta especie puede causar daños significativos a largo plazo. A diferencia de otras hormigas, las Tapinoma magnum forman supercolonias con cientos de miles de individuos, lo que dificulta su erradicación. Además, su comportamiento agresivo y su capacidad para adaptarse a entornos urbanos las convierte en una amenaza persistente para la infraestructura y la biodiversidad local.




