Recibe una multa de aparcamiento injusta y logra exponer la estafa de la poderosa empresa al estilo David contra Goliat

Aparcar es uno de los mayores generadores de rabia que hay en esta vida moderna. Podemos estar muchísimo tiempo dando vueltas antes de encontrar un hueco y, para colmo, casi en cualquier sitio tenemos que pagar para poder dejar el coche. Además, tenemos que estar muy atentos porque hay bastantes lugares en los que no está bien señalizadas las prohibiciones de estacionamiento y, al volver, podríamos encontrarnos con un chasco más en forma de multa, siendo muy difícil librarnos de ellas.

Pero la palabra es esa, difícil, porque para nada es imposible, como demostró Liisa. Esta muchacha fue el pasado mes de febrero al Instituto Deportivo de Laponia en Finlandia, donde había pagado un entrenamiento grupal, así que llegó al lugar, que estaba bastante oscuro y cubierto de nieve, aunque aún con estas condiciones pudo ver una plaza en el aparcamiento que no estaba señalada para personal, por lo que dejó ahí el coche. La sorpresa se la llevó al terminar la sesión e ir hacia su vehículo para regresar a casa.

Vio un papel amarillo que indicaba que le habían puesto una multa de estacionamiento de unos 60 euros. Estaba segura de que esto era injusto porque no había ninguna indicación sobre que estuviera prohibido aparcar ahí, así que pagó la infracción y la recurrió al mismo tiempo, según el medio Carup, quien afirma también que el encargado de la empresa que gestiona esa zona para dejar los coches, ParkkiPate, argumentó que Liisa había dejado el automóvil en una plaza para personal... pero comenzaron las incongruencias en las justificaciones.

Cambios de versión

En Ilta Sanomat aseguran que la empresa cambió la justificación de la infracción después, diciendo que todo el aparcamiento estaba destinado para empleados, y al ver esto, la mujer recurrió a la Junta de Quejas del Consumidor de Finlandia aportando vídeos y fotos sobre la zona de estacionamiento y demostrando que no hay ninguna prohibición general en forma de señal y sí individuales, pero en algunas plazas no aparecían. ParkkiPate contratacó cuestionando a la Junta, considerando que no entraba en sus competencias mediar en la disputa.

Sin embargo, este organismo argumentó que el estacionamiento es un beneficio adicional ofrecido en relación con un servicio deportivo proporcionado como una actividad comercial y, por lo tanto, la cuestión de la multa de estacionamiento caía dentro de su jurisdicción. Y, entre tanto, también desmontó la condición general de estacionamiento para empleados, pues debe de estar en los accesos a la zona para que la persona que estaciona esté informada, no de manera individualizada. Además, las imágenes que captó Liisa fueron clave.

Demostraron que entre los espacios de estacionamiento individuales para uso del personal, al menos en uno no había la marca correspondiente, justo donde aparcó la mujer, por lo que el organismo expuso que existía incertidumbre en cuanto a si el espacio en cuestión estaba destinado a los empleados o no, sin ningún cartel público en la zona que indicara que el área era de uso exclusivo. Por ello, la Junta de Quejas del Consumidor de Finlandia no considera adecuada la multa y recomendó a ParkkiPate la devolución del importe cobrado.