Los italianos se ponen a ordenar los jardines y se topan con un animal que hace saltar todas las alarmas

“¿Saben qué es esto?” Con esta pregunta, acompañada de la imagen de un pequeño erizo camuflado entre hojas secas, el Centro Fauna Selvatica Il Pettirosso de Módena ha lanzado un nuevo llamado a la ciudadanía. El mensaje, difundido en redes sociales, advierte sobre el creciente número de erizos encontrados accidentalmente durante las tareas de limpieza en jardines, garajes y leñeras, típicas de la temporada primaveral.

Cada año, con la llegada del buen tiempo, muchas personas aprovechan para ordenar sus espacios exteriores. Sin embargo, lo que para los humanos es una simple tarea de mantenimiento, para los erizos puede convertirse en una trampa mortal. Estos pequeños mamíferos, protegidos por la legislación italiana y europea, suelen refugiarse en montones de hojas, pilas de leña o rincones tranquilos de los jardines para descansar o criar a sus crías. "Deténganse inmediatamente y llamen al centro de recuperación inmediatamente. Gracias", informan desde el Pettirosso.

El llamamiento tiene, ante todo, el propósito de recordarnos la importancia de prestar atención a los lugares donde los erizos pueden encontrar refugio para dar a luz a sus crías, y, además, de insistir en que jamás debemos tocarlos ni retirarlos de su entorno natural. La región de Emilia-Romaña expone las características propias de estos pequeños erináceidos y ofrece detalles sobre su comportamiento, "especialmente al anochecer, pero también por la noche. Durante el día permanece en su nido, generalmente situado en el suelo. Hiberna de octubre a abril; su temperatura corporal baja de 34° a 4°, su frecuencia cardíaca de 120 por minuto a tan solo 20, y su frecuencia respiratoria se reduce a 10 por minuto".

Se alimenta principalmente de insectos —en su mayoría insectos, aunque también lombrices y moluscos— y presenta un comportamiento carnívoro al consumir micromamíferos, aves, huevos, polluelos y reptiles. Frente a sus enemigos, se protege refugiándose en su caparazón espinoso al enrollarse sobre sí mismo.

La época de apareamiento transcurre entre mayo y septiembre, generalmente con una única camada: tras cerca de un mes de gestación, nacen entre 4 y 6 crías que pesan entre 10 y 25 gramos, con los ojos cerrados y entre 90 y 150 diminutas espinas blancas. A los 14 días abren los ojos, a los 22 comienzan a salir del nido, al mes son destetados y a los 2 años alcanzan la independencia. En la naturaleza, su esperanza de vida es de hasta 7-10 años.