El secreto oculto del aceite: por qué no deberías tirar la tapita de plástico

En tiempos donde el ahorro y la sostenibilidad son más importantes que nunca, pequeños gestos cotidianos pueden marcar una gran diferencia. Uno de ellos tiene que ver con un objeto que la mayoría de las personas desecha sin pensarlo: la anilla plástica que se encuentra bajo el tapón de las botellas de aceite. Aunque parezca insignificante, esta pieza puede convertirse en un aliado valioso en la cocina.

Se trata de una anilla circular y plana, generalmente de plástico blanco o transparente, que queda adherida al cuello de la botella una vez que se retira el tapón original. Su función no es meramente estructural o decorativa: puede reutilizarse de forma muy útil para mejorar la conservación del aceite y evitar su desperdicio.

Según explica el medio argentino La 100, esta anilla puede extraerse cuidadosamente y colocarse del revés en la boca de la botella. Si se hace correctamente, encajará con un pequeño “clic” en la parte superior del cuello del envase. De este modo, actúa como un dosificador improvisado, permitiendo que el aceite fluya en menor cantidad y de forma más controlada.

Este simple gesto tiene dos beneficios inmediatos: por un lado, evita que se derrame más aceite del necesario al cocinar, lo que ayuda a ahorrar un producto que, debido a la inflación, ha alcanzado precios elevados. Por otro, En lugar de desecharla, darle un nuevo uso reduce la generación de residuos plásticos.

Otras ventajas del tapón del aceite

• Mejora del sellado: Aunque una vez abierto el envase pierde su hermeticidad original, ofrece una protección superior que contribuye a minimizar en cierta medida la exposición al aire cuando la botella está cerrada. Esto es importante, ya que el contacto con el oxígeno acelera el deterioro y la pérdida de calidad del aceite.
• Limpieza en la cocina: Al regular mejor el flujo, disminuimos el riesgo de salpicaduras y contribuimos a mantener el área de trabajo más limpia y ordenada.