Expertos explican la razón por la que los perros ladran solo a algunas personas

En 'Hoy por Hoy A Coruña' hablaron recientemente sobre el origen de los perros domésticos. Explicaban que estos son una subespecie de los lobos que consiguieron adoptar una gran capacidad para resolver problemas y adaptarse al medio, diferenciándose del animal del que provienen gracias al desarrollo de una forma muy particular para sobrevivir a través de los años, que tiene que ver con parecer cachorros toda su vida, a todos los niveles.

Mantienen ciertos rasgos físicos y conductuales típicos de los cachorros, como ojos grandes, orejas caídas, vocalizaciones dulces y conductas juguetonas, un fenómeno biológico que recibe el nombre de neotenia que despierta el instinto de cuidado de los humanos para con ellos. En este sentido, se preguntan en Radio Coruña de Cadena SER si entonces los perros nos quieren realmente o solo buscan comida y cuidados, y haciéndose eco de las experiencias de quienes los tienen, parecen dar con la respuesta.

Y sí, convienen que nos tienen un aprecio especial que se va originando gracias a factores que los canes consideran fundamentales, como el contacto humano, la compañía, la seguridad y el afecto. Es por ello que, cuando les damos todo esto, nos corresponden con lealtad incondicional y ponen a nuestra disposición toda su atención y protección. Ahí es donde entran algunas conductas que tienen, como pueden ser los ladridos.

¿Por qué los perros solo ladran a algunas personas?

En Corriere dello Sport han escrito sobre este tema haciéndose eco de las aseveraciones de expertos en etología, que es la ciencia que estudia el comportamiento animal. Afirman que la aceptación que tienen los perros sobre las personas desconocidas tienen que ver con ciertas percepciones que captan al verlas, pudiendo ser visuales, olfativos o conductuales. Ellos son muy sensibles y pueden captar incluso las señales más sutiles, saliendo a flote su instinto protector.

Así, es común ver cómo algunos se ponen bastante irritables cuando llegan personas a casa y empiezan a ladrarles, aunque no ocurre con todos los visitantes, sino que solo pasará cuando detecten señales o energías que consideren negativas, adoptando una postura defensiva que los lleve a ladrar. Si bien, en el medio italiano destacan que esto suelen hacerlo canes poco socializados que sienten la necesidad de proteger su espacio seguro a través de esta acción y moviéndose rápidamente. De tal forma, destacan que para que el animal sea equilibrado debe de asegurársele una socialización adecuada.

Consiguiendo esto, se reduce la probabilidad de desarrollar miedo, agresión o comportamientos ansiosos en el futuro, así como también que interactúe mejor con otros animales, personas y entornos. De lo contrario, tendrán ansiedad, se encontraran molestos y se sobreexcitarán cada vez que venga alguna visita a casa, provocando que no paren de ladrar tan solo porque hayan interpretado que hay algo que no está bien en esa persona que se encuentra en su zona de confort.