No tires el plástico de burbujas: es un auténtico tesoro para proteger las plantas
Un recurso sencillo y económico que ayuda a proteger cultivos frente al frío, el viento y otras amenazas
El plástico de burbujas es un material ampliamente conocido por su uso en embalajes, sobre todo para proteger objetos delicados durante el transporte. Aunque muchas personas lo desechan tras utilizarlo, o lo emplean como pasatiempo para aliviar el estrés reventando sus burbujas, este material tiene un uso mucho más práctico y sostenible: cuidar de las plantas.
En jardinería, el plástico de burbujas es un recurso sencillo y económico que se emplea para proteger cultivos frente a condiciones climáticas adversas. En huertos e invernaderos de distintos lugares del mundo, se usa para combatir el viento, las heladas, la pérdida de humedad y otras amenazas que pueden dificultar el desarrollo de las plantas.
Un material con propiedades aislantes
El mayor valor de este plástico en jardinería es su capacidad para conservar el calor. Las burbujas de aire actúan como aislante, limitando el intercambio térmico entre el exterior y las plantas. Esto resulta clave para proteger los cultivos en invierno, reduciendo los cambios bruscos de temperatura que podrían dañar a las especies más sensibles.
La Real Sociedad de Horticultura ha señalado que este material es muy útil para aislar los jardines de invierno, sobre todo en regiones con climas fríos, como el Reino Unido o Alemania. Por su parte, la empresa Planta Greenhouses, especializada en invernaderos, también recomienda su uso por sus múltiples beneficios: retiene el calor, protege del frío, permite el paso de la luz solar y contribuye a reducir el gasto energético al disminuir la necesidad de calefacción.
Más ventajas para el cultivo
Además de ser económico y reutilizable durante varias temporadas, el plástico de burbujas es fácil de colocar y retirar, ya que puede fijarse con cinta adhesiva o clips. También es transparente, lo que favorece la entrada de luz y protege a las plantas más delicadas frente a los efectos del sol directo.
Aunque existe un tipo de plástico de burbujas diseñado específicamente para la agricultura —con burbujas de aire más grandes y recubrimiento contra los rayos UV—, el estándar que se usa en embalajes también resulta eficaz.
Aplicación en huertos
El uso del plástico de burbujas no se limita a los invernaderos. En los huertos, su aplicación ayuda a reducir la evaporación del agua, especialmente durante los meses secos y calurosos. Además, al cubrir las plantas, actúa como barrera frente a fenómenos como el granizo, los vientos fuertes o las lluvias intensas, y resulta ideal para proteger tallos frágiles o ramas jóvenes.
