Una trabajadora se pide días de permiso, la pillan haciendo deporte, el jefe crítica su uso del tiempo y la despide

Una mujer solicitó días de permiso para atender a suegra discapacitada, que necesitaba asistencia en su domicilio, pero todo se tornó en un problema laboral cuando la empresa donde trabaja, una entidad de crédito, procedió a su despido cuando descubrieron que había empleado parte del tiempo en realizar una actividad deportiva, por lo que determinaron que se había ausentado del trabajo de forma ilegítima y había faltado a la verdad en su alegación de una enfermedad declarada.

Esta historia la recoge la web Altalex, quien escribe que "el Tribunal territorial había aceptado parcialmente el recurso principal interpuesto por la trabajadora contra la sentencia del juez de primera instancia, condenando al banco a readmitir a la última en su puesto de trabajo, así como al pago de una indemnización", sin establecer el supuesto abuso de la Ley 104/1992 de marco de asistencia, integración social y derechos de las personas con discapacidad de Italia que alegaba la entidad.

El juez esgrimía que que la mujer, en los días señalados en la acusación, había estado presente en el domicilio donde se encontraba hospitalizada su suegra, excepto breves períodos de entre media hora y una hora y 55 minutos cada mañana que utilizaba para dar un paseo, que se habrían justificado como terapia para el tratamiento del asma bronquial que padecía la trabajadora. Además, se demostró que durante esos ratos de ausencia había otros familiares a cargo de la asistencia de la persona discapacitada.

Alegaciones y aplicación

De tal forma, cuando el Tribunal territorial consideró que "la infracción disciplinaria relativa al uso abusivo de los permisos" era inexistente y "reformó la disposición objeto del recurso", la empresa empleadora interpuso un recurso de casación contra esta sentencia. Sin embargo, no consiguió cambiar la decisión. El Tribunal Supremo aclaró que "la función de asistencia a la persona con discapacidad no cesa por el mero hecho de que, durante toda la jornada, el trabajador reserve un período limitado de tiempo para sus propias necesidades personales, útil para recuperar la energía empleada en la actividad realizada para asistir a la persona con discapacidad, especialmente si dicho período de tiempo se dedica a realizar una actividad de carácter terapéutico".

Se estipuló que la conducta de la trabajadora siempre estuvo dirigida a satisfacer las necesidades de la persona a la que tenía que cuidar, incluso sin estar presente en ciertos momento pues, como se ha indicado, se cercioraba de que tuviera asistencia familiar hasta su regreso. "La Corte de Casación consideró que la sentencia impugnada se ajusta a todos los principios jurídicos expresados ​​en la materia, por lo que rechazó el recurso del banco en su totalidad, considerándolo infundado e inadmisible, y condenándolo al pago de las costas judiciales", explica Altalex en conclusión de este caso.