Una tortuga de 134 años se convierte en el papá más longevo del mundo: atención a la edad de la mamá tortuga

El 15 de junio fue un día especial en el Zoológico de Miami. Goliat, la tortuga más mayor del recinto, cumplió 134 años y, para sorpresa de todos, celebró su cumpleaños con un hito único: se convirtió en el padre más longevo del mundo. El zoológico compartió la noticia con entusiasmo a través de sus redes sociales, destacando el carácter histórico de este acontecimiento. Tras 128 días de incubación, el 4 de junio eclosionó uno de los ocho huevos puestos el 27 de enero. Se trata no solo de la primera cría de Goliat, sino también del primer nacimiento de una tortuga de las Galápagos en la historia del Zoológico de Miami.

¿Quién es Goliat?

Goliat nació el 15 de junio de 1885 en la isla Santa Cruz, en las Galápagos. Su largo viaje lo llevó primero al Zoológico del Bronx en 1929 y, más tarde, en 1981, al Zoológico de Miami. Durante años, intentó reproducirse sin éxito pese a aparearse con varias hembras. Todo cambió gracias a Sweet Pea, una tortuga que llegó adulta al Zoológico Crandon Park de Florida en 1960 y cuya edad se estima entre 85 y 100 años.

El Zoológico de Miami ha solicitado al Libro Guinness de los Récords que reconozca oficialmente a Goliat como el padre más longevo de la historia. Además, por la edad combinada de la pareja —que supera los 200 años— podrían ser también reconocidos como los padres más longevos del mundo.

Un hito que inspira

La cría nacida parece gozar de buena salud. Como es habitual en la naturaleza, es independiente desde el nacimiento y se mantiene activo en un recinto especial donde fue colocado tras salir de la incubadora. El zoológico destacó lo simbólico del momento: “No solo celebramos el cumpleaños de Goliat, sino también que las estrellas finalmente se han alineado para convertirlo en padre por primera vez en sus increíbles 135 años de vida. ¡Es una inspiración para no perder la esperanza!”.

El secreto de la longevidad

Las tortugas gigantes de las Galápagos (Chelonoidis niger) son conocidas por su extraordinaria longevidad. Harriet, por ejemplo, alcanzó los 176 años en cautiverio, mientras que Jonathan, una tortuga gigante de las Seychelles (Aldabrachelys gigantea), ostenta el récord mundial con 190 años. Además de su longevidad, estos animales mantienen una notable salud. Un estudio de la Universidad de Buffalo publicado en 2021 en Genome Biology and Evolution reveló que estas tortugas producen copias adicionales de algunos genes que las protegen del envejecimiento y de enfermedades graves como el cáncer. Un hallazgo que podría explicar cómo un ejemplar como Goliat no solo ha logrado convertirse en padre a tan avanzada edad, sino que incluso podría volver a repetir la experiencia.