Ni en la nevera ni en el frutero: este es el lugar en el que conservar los plátanos para que no se pongan marrones
Su rápida maduración puede ser todo un desafío

Jordi Play

Los plátanos son una de las frutas más populares en los hogares de España, pero su rápida maduración puede ser todo un desafío. En pocos días, suelen adquirir ese color amarillo intenso que indica que están listos para comer, pero si no se consumen a tiempo, pueden pasarse y perder su textura y sabor característicos. Afortunadamente, existe un truco simple y eficaz para conservarlos en buen estado por más tiempo: lo importante es cómo y dónde guardarlos.
Ni el refrigerador ni el frutero resultan adecuados para conservar los plátanos. El frío del refrigerador altera su aspecto: su piel se oscurece, aunque la pulpa interior se mantenga en buen estado. Esto hace que, visualmente, dejen de resultar apetecibles. Por su parte, colocarlos en un frutero hace que el peso de unos sobre otros provoque magulladuras que aceleran su maduración. Además, el contacto con otras frutas potencia el efecto del gas etileno que ellos mismos emiten, un compuesto natural que favorece el proceso de maduración tanto de los propios plátanos como de las frutas cercanas.
El método más eficaz: colgarlos
El secreto para prolongar la frescura de los plátanos está en colgarlos. Este método permite que el aire circule a su alrededor, evitando que se golpeen entre sí o con otras superficies, lo que contribuye a que maduren más lentamente. Al estar suspendidos, los plátanos reducen la acumulación de gas etileno en su entorno inmediato, lo que no solo alarga su vida útil, sino que también evita que otras frutas se deterioren antes de tiempo.
Colgarlos también tiene otro beneficio práctico: los mantiene alejados de insectos como hormigas y moscas, que suelen verse atraídos por el dulzor natural de la fruta. Así, además de conservar mejor su textura y sabor, se reduce el riesgo de que los plátanos sean un imán para estos visitantes no deseados.
Con este sencillo truco, es posible disfrutar de plátanos frescos durante más tiempo y evitar el desperdicio, algo especialmente útil en épocas de altas temperaturas cuando la fruta madura con mayor rapidez.




