Esta es la emoción que todo el mundo siente alguna en la vida, pero es difícil de describir
Investigadores descubren una emoción ligada a los vínculos humanos
¿Alguna vez has llorado viendo una película sin sentir tristeza? ¿Te has emocionado profundamente al reencontrarte con alguien querido? Es probable que hayas sentido el kama muta, una emoción compleja, poderosa y universal que la mayoría experimenta sin saber nombrarla.
El término, que en sánscrito significa “llevado por el amor”, fue acuñado por el antropólogo y psicólogo estadounidense Alan Fiske, investigador en la Universidad de California en Los Ángeles. Junto con sus colegas Thomas Schubert y Beate Seibt, Fiske comenzó a interesarse por esta emoción hace una década, cuando Schubert relató cómo solía llorar viendo películas con su hija pequeña, sin sentir tristeza.
Intrigado por este tipo de reacción emocional —llanto sin pena— Fiske lanzó una serie de estudios para investigar la naturaleza y origen de esta emoción. El equipo condujo una encuesta masiva en 19 países, con miles de entrevistas. Los participantes fueron invitados a recordar momentos personales que les provocaron un llanto “positivo”, y también se les mostraron vídeos diseñados para activar respuestas emocionales: uno de ellos, por ejemplo, mostraba a una pareja besándose desde la juventud hasta la vejez.
El resultado fue claro: las personas que vieron estos vídeos evocadores mostraron reacciones emocionales mucho más intensas y reconectadas que quienes vieron vídeos tristes o divertidos. El kama muta estaba presente: una mezcla de calidez, lágrimas, piel de gallina, una sensación de conexión profunda y, curiosamente, una temperatura corporal elevada acompañada de una frecuencia cardíaca que disminuye.
“La emoción del kama muta nos inspira a acoger y cuidar a los demás”, explicó el investigador Jon Zabala, de la Universidad del País Vasco, al diario The Guardian, que ha dado a conocer este fenómeno. El kama muta, según los expertos, está relacionado con la repentina intensificación de los lazos sociales o afectivos: un abrazo inesperado, un gesto de generosidad, una reconciliación o una muestra de amor genuino.
Lo más sorprendente es su carácter universal. “En todos los países donde se estudió, los voluntarios reportaron haber sentido kama muta al menos una vez”, asegura Janis Zickfeld, profesora adjunta de la Universidad de Aarhus y coautora de los estudios. Esta emoción atraviesa culturas, edades y orígenes.
En plena era de las redes sociales, el kama muta se ha convertido en un ingrediente clave del contenido viral. Los vídeos de gatitos, por ejemplo, generan esa emoción gracias a la vulnerabilidad que despiertan, estimulando nuestro instinto de protección. “Su vulnerabilidad estimula nuestro instinto parental”, explica Fiske.
Sin embargo, esta poderosa emoción no escapa a la instrumentalización. Fiske advierte que el kama muta es utilizado cada vez más en el marketing emocional y en campañas políticas. Durante las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016, tanto demócratas como republicanos apelaron a este sentimiento para reforzar la conexión emocional de sus votantes, aumentando su intención de voto.
Ya sea en una película, un recuerdo, un vídeo viral o incluso una campaña publicitaria, el kama muta nos recuerda que la conexión humana, cuando se intensifica de forma repentina y genuina, puede tocarnos en lo más profundo... sin que sepamos del todo por qué.