Sorpresa máxima en Europa sobre como los abuelos españoles refrescan sus casas sin aire acondicionado
Los métodos para mantenerse fresquitos en verano sorprende
Casa antigua / David Rius & Núria Tuca
"Pobreza en verano significa que estás en tu casa hacinada, con otras familias, viviendo 9, 10 o 20 personas, donde no hay aire acondicionado y no pueden salir a la calle o ir a una piscina. Por supuesto, no se pueden ir de vacaciones y no están alimentados, con el impacto que tiene en su salud", decía Lara Contreras, directora de Influencia, Programas y Alianzas de Unicef en España, el pasado año en 'A vivir que son dos días' de Cadena SER. Y es que no todo el mundo tiene posibilidades para combatir las altas temperaturas.
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Es ahí cuando entran las alternativas, que quizá no son tan efectivas, pero cuando no queda otra, hay que tirar de todo lo que se pueda. En España somos expertos en encontrar trucos para casi todo y en Europa se sorprenden de que haya viviendas sin aires acondicionados en un territorio donde hay zonas que alcanzan y superan los 40 grados durante los meses de verano. Así lo podemos ver con algunos artículos como el que publicaban en el medio rumano Puterea.
Explicaban a sus lectores que habían encontrado una guía práctica sobre cómo afrontar el calor sin aire acondicionado en una página de Facebook llamada BeSpain Savvy. Se muestran fascinados y recalcan que estos consejos "son viejas costumbres, heredadas de los abuelos, pero adaptadas a la vida moderna" que hacen posible mantener los hogares frescos sin depender de la tecnología, especialmente en casas antiguas donde normalmente carecen de aparatos de aire.
La temperatura del aire acondicionado ya es el principal foco de conflicto en entornos laborales y domésticos
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Consejos para refrescar la casa
Relatan, haciéndose eco de la sencilla guía que habían descubierto en internet, que "a las 7 de la mañana, los españoles abren de par en par las ventanas y puertas para crear una corriente natural que refresca toda la casa", encendiendo también ventiladores y procediendo entonces a limpiar todas las estancias, ya que "los suelos mojados, lavados con soluciones perfumadas, contribuyen a la sensación de frescor y disipan el calor del interior". Así hasta que alrededor de las 11 empieza a cambiar todo con la aparición del sol abrasador.
Este es el momento en el que "las ventanas se cierran, las persianas se bajan y la luz del día no tiene cabida dentro". Además de esto, se rocía de agua la casa desde el exterior con una manguera o cualquier cosa que pueda servir y se tenga a disposición, porque "esto refresca las paredes y mantiene la temperatura interior a un nivel soportable durante unas horas". Y se hace hincapié en la sombra natural y la vegetación alrededor de la vivienda, que contribuye a disipar el calor excesivo. Y hasta del color hablan, explicando que "la mayoría de las casas en el Mediterráneo están pintadas de blanco" para repeler los rayos del sol.
Colgar sábanas mojadas junto a las ventanas abiertas puede refrescar cualquier habitación en días ventosos, caminar descalzo por la casa y darse una ducha tibia antes de acostarse, ya que el agua fría hace sudar durante la noche, son otros de los "trucos de las abuelas" que han sorprendido al medio rumano, que cierra su artículo haciendo referencia a una de las costumbres más relacionadas con España. "Lo más importante es respetar la siesta durante las horas calurosas de la tarde. ¡Cuanta menos energía consumas, más fresco estarás!"
