Arranca el plan de Francia para que los nacidos a partir de 2025 vivan como niños de los años 50
Una medida que augura será bueno para el desarrollo de los más pequeños
Niña con un móvil / FreshSplash
La empresa de herramientas de control parental Qustodio publicó un estudio titulado 'El dilema digital: La infancia en una encrucijada', donde se analizaba la información de 400.000 familias con hijos de entre 4 y 18 años en España, Francia, Reino Unido, Estados Unidos y Australia que usaron su aplicación durante 2024, abordando la influencia de la tecnología en su entorno y realizando 2.000 encuestas para saber qué tipo de problemas causa la exposición continuada de pantallas en el hogar.
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Emily Lawrenson, gerente de comunicación de Qustodio, explicaba que una de cada diez familias han determinado que los niños no tengan smartphone hasta los 16 años, aunque más o menos en la misma proporción se encuadran aquellas que consideran que a los 11 años ya se tiene un nivel de madurez suficiente para tenerlo. Y es que los datos generales arrojan que la edad media en la que los menores españoles tienen su primer móvil se sitúa en los 12 años.
Un 22% de los padres y madres creen que esta es una edad adecuada, demostrando que cada vez son más pequeños cuando los tienen, prácticamente antes de entrar a la educación secundaria. Académicamente hablando, el 62% de las familias encuestadas explicaban que los colegios a los que van sus hijos no permiten el uso de móviles en clase, mientras que el 83% de los padres declaran estar de acuerdo o muy de acuerdo en que sus vástagos pasan demasiado tiempo usando dispositivos. Y es que hay un problema claro al que se está intentando poner soluciones.
Luis Ángel García, psicólogo del gabinete Mente Clara, habla sobre el impacto y las recomendaciones de uso de dispositivos móviles y videojuegos en niños y adolescentes
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El caso de Francia
Escriben en Terra que la Generación Beta, como se define a los niños nacidos a partir de 2025, debería de ir en dirección a que tengan una vida más parecida a la de los años 50. Esto viene precisamente de la preocupación por el impacto del uso de pantallas en el desarrollo infantil que se ha visto justo en la generación anterior, la llamada Alfa, que se ha criado en un mundo interconectado y lleno de estímulos digitales que ha tenido consecuencias bastante claras a nivel cognitivo, de ahí que algunos países estén poniendo en marcha planes para frenarlo.
Al parecer, en Francia están planeando tomar medidas drásticas contra el tiempo que los niños pasan frente a las pantallas después de que diversos estudios hayan detectado una correlación entre ello y ciertos retrasos en el lenguaje, trastornos del sueño y disminución de la capacidad de atención. Por ello, estarían trabajando en implementar legalmente una limitación que afecte a todos los ámbitos posibles, tanto en la escuela como en el hogar. Y se basan en precedentes de otros lugares como Brasil.
En enero de 2025, en el país sudamericano se aprobó una ley que limita la utilización de teléfonos móviles por parte de niños y adolescentes en escuelas públicas y privadas, abarcando todo el tiempo en estos centros, tanto en las aulas como en el patio de recreo. Pero no hay que irse tan lejos para encontrar ejemplos, sino que en diferentes regiones de España ya se ha implantado medidas similares, habiendo notado una mejora generalizada de la convivencia y el desarrollo de los pequeños en todos los ámbitos.
