Una expatriada británica renuncia a su casa de ensueño en Barcelona de 500.000 euros por los turistas: "Estoy harta"

Cada vez más expatriados que buscaron el paraíso junto al mar en España se enfrentan ahora a una realidad distinta. Es el caso de Anne Trust, una británica de 75 años que en 2012 hizo realidad su sueño: una villa con piscina, tres habitaciones y un jardín de 1,8 hectáreas en Mataró, cerca de Barcelona, por apenas 200.000 euros.

Sin embargo, según declara al diario The iPaper, la situación ha cambiado drásticamente. Las playas abarrotadas, los bares ruidosos y el encarecimiento de la vida debido al turismo masivo la han empujado a vender su casa para empezar una nueva etapa en un entorno más tranquilo.

“Estoy un poco cansada de vivir tan cerca del mar”, afirma Trust. “Quiero aire fresco de montaña, mucha vegetación, pocos extranjeros y, con suerte, ningún expatriado”, añade.

De la costa catalana al campo extremeño

Pese a su desencanto, la británica no se arrepiente de su compra: el valor de su casa se ha duplicado desde entonces y espera poder venderla sin prisas y sin rebajar el precio.

Su plan es claro: comprar una casa rural en Extremadura, donde, según dice, la relación calidad-precio es mucho mejor y el ritmo de vida más relajado. “Con la mitad de lo que gane, puedo permitirme una preciosa casa de campo”, asegura.

“Creo que todavía hay lugares asequibles en España, si te tomas el tiempo de investigar. Pero la zona de Barcelona es simplemente demasiado cara, y los turistas incluso están arruinando la costa, que está a kilómetros de la ciudad”.

Una tendencia en alza

No es un caso aislado. Muchos europeos, especialmente alemanes, están planteándose abandonar sus países de origen en busca de una vida mejor. Según una encuesta de YouGov, más del 50 % de los alemanes se imaginan emigrando al extranjero si fueran totalmente independientes a nivel personal, profesional y económico.

Entre los destinos favoritos están Suiza (30 %), Austria (23 %), España (22 %) y Canadá (17 %).