Una turista hace planes para su viaje en solitario a Valencia, todo se desmorona pero saca una gran lección
Se define como "una persona planificadora", pero no salió todo como esperaba

Mujer planificando un viaje / Oscar Wong

Que los extranjeros se pirran por nuestro país es por todos sabido, sobre todo en época de verano, donde inundan nuestras costas y disfrutan de las mieles que le aportan, con un clima agradable, sol, buena gastronomía e infinidad de actividades que realizar. España es un destino turístico recurrente y nuestra economía depende en buena parte de este sector, por lo que todos salimos ganando, ellos por lo que pueden vivir aquí y nosotros por cómo activan nuestro nivel financiero a todos los niveles, generando también mucho empleo.
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Entre tantísimos testimonios de personas que vienen aquí, Business Insider ha recogido la historia de Vanessa K. De Luca, quien escribió su experiencia y aprendizajes durante un viaje programado de cuatro días en Valencia. Ella misma se define como "una persona planificadora", así que cuando en primavera decidió ir de vacaciones en solitario, se puso a investigar todo con mucha antelación antes del viaje. Desde lugares que visitar hasta dónde comer, cosa que siempre hace cuando se embarca en alguna escapada.
"Compré un diario de viaje para recordar todo lo que hice antes y durante el viaje, así como para recapitular lo aprendido y sentido después. También seguí indicaciones que me ayudaron a decidir dónde alojarme, qué empacar, cómo crear un presupuesto detallado y un posible itinerario", escribía la mujer que planeó "desde un paseo en barco al atardecer por el Parque Natural de la Albufera hasta reservas en restaurantes con estrellas Michelin y una clase de costura de alpargatas. Creía que lo tenía todo cubierto".
Tal es su nivel de detalle, que además de lo troncal de sus viajes, busca información adicional sobre qué más podría hacer si hay algún contratiempo o lo que está haciendo no le termina de llenar, así que manifiesta que buscó por redes sociales lo que ella consideró como "planes B", pero no llegó a imaginar que terminarían siendo decisivos y que los necesitaría tanto. Lo cual, según ella, le ha servido como un gran aprendizaje y lección, sobre todo por su condición de persona muy encorsetada a la planificación al dedillo.
Contratiempos salvados
Vanessa comenta que el paseo en barco al atardecer en el Parque Natural de la Albufera sería la misma noche que llegaba a Valencia, lo cual la tenía muy emocionada "por ver algo de vida salvaje", pero no salió como ella esperaba. "Desafortunadamente, me subí al autobús equivocado y después de intentos fallidos de remediar la situación, perdí la visita, que no fue exactamente el emocionante comienzo que había planeado", pero como tenía toda la noche por delante y no tenía ganas de volver al apartamento, decidió virar la idea que tenía ahora que se había caído.
"Recordé que había leído sobre una tienda de discos vintage genial en el barrio de Benimaclet llamada Kultural Grooves y me subí al siguiente autobús urbano", explica la mujer, que cuando llegó allí quedó fascinada por la cantidad de vinilos que encontró, e incluso le dejaron poner algunos en la misma tienda. Los dueños le recomendaron un lugar donde cenar que le encantó, así que, aunque "no era la primera noche que esperaba", se congratula por terminar adquiriendo cuatro álbumes para añadir a su colección y comió "una hamburguesa Angus buenísima".
Pero este no fue el único cambio que tuvo que hacer, sino que su idea de ir a un restaurante cerca de su apartamento al día siguiente cambió cuando su anfitrión le advirtió de que "muchos de los lugares cercanos estaban dirigidos a turistas y no eran muy buenos", por lo que buscó alternativas y tomó el transporte público hasta uno que estaba más lejos, donde se encontró con una comida "deliciosa, reconfortante y preparada por manos experimentadas". Una vez más, el cambio le vino que ni pintado a pesar de no haber comenzado nada como había estipulado de antemano.
El resto del viaje sí transcurrió más o menos como esperaba. Fue al Centro de Arte Hortensia Herrero, vio a la artista nominada al Grammy Latino Valeria Castro actuar en el Palau de les Arts Reina Sofía, cenó en "restaurantes elegantes como Fraula", hizo sus propias alpargatas en el taller programado y muchas más cosas. Pero lo que se lleva es una gran reflexión sobre lo vivido: "Aprendí que es posible tener un viaje épico y aun así encontrar la manera de divertirse. El secreto está en la apertura, algo que espero explorar aún más al 'planificar' mi próximo viaje", manifestó Vanessa.




