4 señales que indican que tu gato está celoso y es muy posible que tengas parte de la 'culpa'

¿Has notado que tu gato maúlla más, se esconde o marca fuera de la caja de arena? Aunque solemos hablar de celos felinos, los expertos aclaran que esta emoción, tal como la sentimos los humanos, no puede atribuirse directamente a los animales. Pero eso no significa que no haya una causa clara detrás de su comportamiento.

Según la plataforma Kodami, y en base a estudios etológicos, los gatos no sienten celos en el sentido humano, pero sí reaccionan ante amenazas a su estabilidad, su entorno o sus recursos. Como animales territoriales, pueden desarrollar conductas muy evidentes cuando algo altera su rutina.

Arañar más de la cuenta

Uno de los signos más claros de incomodidad territorial es cuando un gato empieza a arañar muebles u objetos más de lo habitual. No solo afila sus garras: está marcando. Al hacerlo, deja señales visuales y olfativas mediante las glándulas de sus patas. Si nota que su territorio está “en juego”, por ejemplo, por la llegada de otro animal o un cambio en la rutina de su humano, puede intensificar esta conducta.

Hacer sus necesidades fuera del arenero

Un gato que empieza a orinar fuera de su caja de arena no siempre tiene un problema de comportamiento o salud. Puede estar marcando territorio. Esta forma de comunicación, que algunos interpretan como un acto de celos, es en realidad un signo de inseguridad frente a cambios en el entorno. Por ejemplo, si llega otro gato o incluso un bebé a casa.

Esconderse sin razón aparente

Ver a tu gato esconderse más de lo habitual también puede ser señal de conflicto emocional. Si nunca lo hacía y ahora busca refugio bajo la cama o en armarios, puede estar sintiéndose amenazado. No es celos, sino una estrategia defensiva. Desde su escondite, puede observar sin ser visto y volver a sentirse seguro en un territorio que percibe como alterado.

Maullidos constantes y exigentes

El maullido del gato doméstico es una herramienta evolucionada para comunicarse con los humanos. Si un gato maúlla más intensamente y sin motivo aparente, puede estar reclamando atención. Esto suele ocurrir cuando perciben un cambio en su relación con su humano de referencia. Es su forma de decir: “Aquí estoy, no me ignores”.

Cómo actuar ante un gato “celoso”

Aunque es tentador etiquetar estos comportamientos como celos, lo cierto es que se trata de reacciones al estrés o al miedo por perder el control de su entorno. La mejor forma de ayudar a tu gato es garantizarle seguridad.

Asegúrate de que tiene su propio comedero, bebedero y arenero, especialmente si hay otros animales en casa.

No lo castigues: eso solo empeorará la situación y puede dañar el vínculo emocional que tiene contigo.

Obsérvalo, respeta su espacio y dale tiempo para adaptarse.

“Nosotros hablamos de celos, pero lo que los gatos expresan son respuestas muy claras a los cambios”, explican los expertos de Fanpage.it.

Aprender a interpretar estas señales es clave para una convivencia pacífica, incluso en hogares cambiantes.