Un capitán de vuelo revela el inquietante motivo por el que ni él ni el copiloto jamás comen la misma comida
Todos los detalles a bordo de un avión están planificados al máximo

Piloto y copiloto / Designer_things

Los tripulantes de cabina tienen una trabajo muy específico y deben de tener en cuenta todo lo que ocurre en los vuelos, porque tienen que atajar todas las vicisitudes que puedan ocurrir y estar preparados para cualquier cosa. Es por ello que se planifica cada momento y situación de su estadía en el avión, lo que incluye también su alimentación. Es decir, no pueden comer lo que quieran ni cuando quieran, sino que deben seguir los plazos que marcan las normativas para estos trabajadores, como descubrimos en 'Hora 25' de Cadena SER.
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En el programa, la nutricionista Ángela Quintas entrevistó a Paloma Brabender, que es tripulante de cabina, quien explicó qué es lo que hacen en los vuelos largos. "La normativa dice que cada seis horas tenemos que picar algo. También dice que no podemos comer lo mismo, el 50% de la tripulación tiene que tener una comida diferente, porque si hay una intoxicación y nos ponemos todos enfermos, pues a ver qué pasa a bordo", comentando también que tienen diferentes opciones. Y, como dijo, esto ocurre también con los pilotos.
De hecho, uno de ellos también abordó este tema, el cual recogió MTV uutiset, quien habló con el capitán de vuelo Akseli Meskanen, perteneciente a la Asociación de Pilotos de Finlandia, el cual lleva más de 19 años pilotando aviones de pasajeros en Europa y en vuelos intercontinentales, actualmente a los mandos de un Airbus 350. De esta forma, a lo largo de su gran trayectoria ha podido experimentar e interiorizar todos los protocolos que tienen los trabajadores de este sector. Porque absolutamente todo está calculado al detalle.

Cómo come... una azafata de vuelo
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Comidas diferentes
Meskanen explica que, dependiendo del vuelo, los miembros de la tripulación tienen oportunidades ligeramente diferentes de influir en lo que consumen, teniendo como preferencia personal "las comidas ligeras". De esta forma, también manifiesta que a veces les dejan llevar sus propios platos, siempre dentro de unas directrices, lo que hace que no sea todo tan encorsetado y que el cambio también refresque un poco la mente y el cuerpo. "A veces llevo mis propias porciones de ensalada. Aportan variedad a la selección de comida que se ofrece en el avión", asegura el capitán.
Y es que, aunque dependiendo de la aerolínea hay variaciones en los menús, lo que siempre se respeta es que piloto y copiloto no coman lo mismo. Esto se debe a un motivo que si lo pensamos se pone absolutamente en lo peor, pero es mejor prevenir que curar. "Los pilotos siempre comen alimentos diferentes por razones de seguridad y para prevenir posibles intoxicaciones alimentarias", asegura Akseli, quien también habla sobre las precauciones que se toman hasta a la hora de tomar un café, porque todo puede influir a miles de metros en el aire.
"Las bolsas de aire o turbulencias generalmente se sienten en el estómago de los pilotos", asegura el finlandés, y es que aunque se pueden prever algunas turbulencias con antelación, por ejemplo, a través de los pronósticos meteorológicos, algunas veces pueden aparecer sin que sean detectadas. De esta manera, el servicio de café suele posponerse o interrumpirse si se detectan turbulencias y bolsas de aire que puedan suponer ya no solo incomodidad física de la tripulación, sino derramamiento de líquido que ponga en riesgo los dispositivos electrónicos que hacen funcionar el avión.




