Ni Barcelona ni Madrid: el gurú internacional de los viajes recomienda visitar Toledo de noche por estos motivos
Una experiencia inmersiva que hará las delicias tras el bullicio del día

Toledo / @ Didier Marti

España es un destino turístico con muchísima riqueza. No solo es el glamour de las grandes ciudades o emplazamientos más enfocados a la fiesta y el derroche, tampoco sus maravillosas costas que se abarrotan cuando suben las temperaturas y las mieles mediterráneas atraen a todos, sino que la idiosincrasia y cultura de sus ciudades hacen las delicias de propios y extraños. Estamos acostumbrados a ver muchísimos transeúntes embarcarse en recorridos turísticos programados, pero los grandes expertos consideran que para sacar todo el jugo hay que alejarse de lo 'popular'.
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Así, en la web especializada Explore hablan de un lugar que aunque sí que es un gran reclamo, a veces no se le saca el máximo partido. Este no es otro que Toledo, que definen como "una antigua ciudad medieval llena de belleza e historia" y "una de las más impactantes y con mayor riqueza histórica del país". "Conocida a menudo como la 'Ciudad de las Tres Culturas' debido a la coexistencia de las comunidades cristiana, musulmana y judía durante la Edad Media, Toledo es un museo viviente: un laberinto de callejones estrechos, murallas y edificios centenarios. Además, es una de las excursiones de un día más populares desde Madrid", escriben.
Pero para poder vislumbrar el máximo esplendor de Toledo, dicen que hay seguir los consejos de Rick Steves. En un artículo que este gurú de los viajes publicó bajo el título 'Las ciudades mejor conservadas de Europa', hay un apartado específico para ella, donde asegura que lo mejor para disfrutar allí es "¡perder el autobús y pasar la noche!", porque es cuando el revuelo empieza a amainar y la ciudad sufre una maravillosa transformación. "Al anochecer, Toledo es mucho más medieval, casi embrujada en algunos rincones", comenta Steves, quien destaca las campanas de la catedral resonando por las calles de piedra y los paseos entre monumentos en la penumbra hacen que parezca que su historia cobra vida.
Las maravillas de Toledo
Su magnífica catedral, el Alcázar, la hermosa Sinagoga de Santa María la Blanca y el Museo del Greco, que exhibe la obra del famoso artista adoptado por la ciudad. Si a esto le sumamos herrerías, puestos de mazapán y vistas panorámicas, es fácil entender por qué es tan popular entre los turistas, destacan en el artículo de Explore, haciendo hincapié en lo que decía Steves de que su "magia medieval" empieza a florecer cuando las multitudes se dispersan. Es cuando puedes pasear tranquilamente por las plazas, escuchar las campanas de la catedral y disfrutar de la quietud.
Y es que hasta la iluminación nocturna creen que juega un papel importante en la belleza de Toledo, pues, además de las sombras de las farolas sobre las numerosas piezas de arquitectura medieval, las vistas al atardecer, desde el Paseo de Recaredo o el Puente de San Martín, de las murallas de la ciudad y el río son impresionantes, escriben, así como recomiendan coger un taxi o caminar un rato para ir al otro lado del río hasta el Mirador del Valle, donde hay vistas panorámicas a la ciudad y por la noche deja estampas increíbles.
Steves habla de la belleza de sus calles por la noche, sin multitudes, sin esquivar a cientos de personas que no dejan que te maravilles con todos los detalles, además "terminar el día con un festín de cochinillo asado en algún lugar de la oscura maraña nocturna de Toledo" cree que es un plan perfecto. Y deja una sugerencia: "Aunque el Parador Nacional Conde de Orgaz de Toledo es uno de los hoteles de lujo más famosos de España, disfrutaría de sus magníficas vistas de la ciudad tomando un café sin tener que soportar la estirada administración y la clientela durante la noche. En lugar de eso, dormiría en la Hacienda del Cardenal, un palacio cardenalicio del siglo XVII integrado en la muralla de la ciudad". Y es que España y sus lugares enamoran a todos.




