Un empleado decide aterrorizar a una trabajadora temporal y amenaza a los bomberos antes de impugnar su despido

Una situación de lo más rocambolesca en una empresa de patatas fritas en 2023 se ha terminado por resolver legalmente este mismo año. Fue de lo más extraño, acabando con un hombre rodeado por policía y bomberos mientras los amenazaba con una barra de hierro. Para saber el contexto de todo hay que remontarse al 8 de mayo de 2023, momento en el que empezó el comportamiento inusual de este individuo, como explican en Le Figaro.

Presuntamente, este comenzó a mirar fijamente a una trabajadora temporal recién llegada, saliendo de su puesto recurrentemente para observarla, silbarle y empujarla, de hecho, algunos testigos decían que se quedaba en los pasillos o escondido solamente para mirarla fijamente durante bastante tiempo. Varios de los empleados que hablaron sobre este caso manifestaba que "su mirada era fija, maliciosa, intimidante". Pero todo se salió de madre en la madrugada del 12 al 13 de mayo.

El punto de inflexión llegó cuando, sobre las 2 de la madrugada, la mujer ya no aguantó más y salió de allí llorando, en estado de shock y temiendo una agresión, solo quería que la acompañaran a su coche. Ante esto, la dirección de la empresa confrontó al hombre, pero este reaccionó de manera brusca, se cambió de ropa e intentó escapar, y viendo que la seguridad de la entrada no le dejaba, se acinó en su vehículo durante más de una hora.

Permaneció en silencio y sin responder a sus jefes, al guardia de seguridad, a la policía, a los bomberos e incluso a su pareja, su actitud "era amenazante" y "sus comentarios hacia las mujeres eran insultantes", declaraba un testigo. Y al igual que fue repentina esta reacción, también fue la que tuvo sobre las 4 de la mañana, momento en el que arrancó el coche y se llevó por delante unos bolardos, casi atropellando a unas cuantas personas que trabajaban ahí, además de amenazar a los bomberos con una barra de hierro antes de iniciarse una persecución en el lugar que terminó con su detención.

Un proceso largo

Todo este altercado dejó dos empleados dados de baja por enfermedad, la creación de una unidad de apoyo psicológico y la interrupción de la producción entre las 2:30 y las 5:00 horas, así que, el 13 de junio de 2023, la empresa certificó su despido por falta grave, pero todo llegó a instancias legales. Un mes después, el juzgado laboral de Soissons (Hauts-de-France) determinó en primera instancia que las pruebas aportadas por la compañía no permitían determinar con suficiente precisión la responsabilidad del empleado en los hechos para considerarlos dignos de despido.

Esto se debía a que los testimonios aportados fueron anónimos, sobre todo, por lo que los hechos no se consideraron como falta grave y se invalidó el despido, así como se instó a la empresa a pagarle más de 46.000 euros en total al hombre. Parecía una locura para todos los que lo vivieron, y como tal, la compañía apeló la decisión. No ha sido un proceso para nada corto viendo que aquello que sucedió hace más de dos años se ha terminado de dirimir en este 2025, concretamente el 19 de junio, esta vez con fallo a favor de los empleadores.

Le Figaro expone que el Tribunal de Apelación de Amiens revocó la decisión del tribunal laboral estableciendo que "la gravedad del comportamiento le impidió permanecer, ni siquiera temporalmente, en la empresa", reconociendo la existencia de acoso moral y comportamiento peligroso hasta tal punto que se tuvieron que usar armas para reducirlo. Esta vez aportaron una versión no anónima de la investigación interna y los testimonios de los compañeros se consideraron creíbles, por lo que el despido se ha certificado como legal y la empresa tendrá que ser indemnizada con 500 euros, ante el no recurso de su exempleado.