Su padre construye la casa, fallece y aparecen sus abuelos con un plan para expulsarles del hogar y quedarse con el terreno
Una sorpresa desagradable en el peor momento de la familia

Ilustración sobre herencia / kabu

Las desgracias familiares azotan con más fuerza aún en los niños, que de un día para otro ven cómo su mundo cambia por completo. Algunos de los casos más abrumadores sobre este dolor es cuando los padres fallecen y dejan a los pequeños huérfanos, teniendo que apoyarse en familiares que puedan hacerse cargo de ellos, en el mejor de los casos, porque cuando esta posibilidad no existe es cuando aparecen las familias de acogida, que aunque es una buena solución, hay que ir con pies de plomo mientras ellos se adaptan.
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Pero hay veces que solo uno de los progenitores muere y aún así hay problemas con la familia. Buena cuenta de ello da la historia recogida por Kisah Dunia sobre lo sucedido a Zaki, un chico de 12 años que además del dolor de la reciente pérdida de su padre ha tenido que ver cómo su madre, su hermano y él han sido amenazados por sus abuelos, los cuales han intentado echarles de la casa donde viven para quedarse con el terreno.
Todo esto ha sido un shock, puesto que manifiestan que la relación con ellos siempre fue buena, hasta que faltó su padre. De hecho, los problemas llegaron de inmediato, apenas tres días después de que ocurriera el devastador suceso, llegando a encontrarse en la calle por la acción que habían realizado los abuelos. No pudieron entrar en la vivienda al encontrarse prácticamente sellada la puerta de entrada.
Una disputa por el terreno
Cuando llegaron a la casa encontraron que unos camiones habían vertido grandes cantidades de tierra roja en la entrada, cubriéndola casi por completo e impidiendo que pudieran acceder. De hecho, como explican en Inti Jaya, hubo una segunda intentona después de solucionar esta, con el mismo modus operandi, pero llegaron a tiempo con su abogado de la mano y evitaron que volvieran a bloquear el lugar, expulsando los camiones que se habían presentado allí.
Y todo viene por un problema en la compra del terreno 162 metros cuadrados allá por 2008. Este costó 10.000 ringgit (algo más de 2.000 euros al cambio), de los cuales el abuelo pagó 6.570 (unos 1.320 euros) y el padre de Zaki los restantes 3.430 (casi 690 euros), ese sería el motivo de reclamación de este espacio, a pesar de que se entiende que es parte de la herencia del papá, que era el propietario legal.
A todo esto hay que añadirle un condicionante, y es que dentro del terreno se construyó una vivienda en 2009, la cuál sí que pagó el tristemente desaparecido cabeza de familia. Esa obra ascendió a 85.700 ringgit (más de 17.200 euros), pero el abuelo insiste en la reclamación y presentó una demanda ante el Tribunal Estatal de Indramayu (Indonesia), actualmente se encuentra en proceso judicial. Veremos cómo termina esta historia para una familia a la que prácticamente no le ha dado tiempo a velar la pérdida sufrida.




